Los penaltis de Cuéllar avivan el debate en la portería del Leganés
La mitad de las penas cometidas por el Leganés llevan su firma. Con tres penaltis, es el portero que más comete en Segunda División. Es un intocable desde que llegó en 2017.
Los penaltis se han convertido en un problema para Iván, el Pichu, Cuéllar. De las seis penas máximas que ha sufrido el Leganés en lo que llevamos de temporada, tres las forzaron Perea, Tarín y Bustinza y la otra la mitad han sido responsabilidad directa de este veterano extremeño (36 años) lo que le convierte en el portero que más penaltis provoca esta temporada en Segunda División. Sólo Gálvez (medio del Castellón) lo supera en esta estadística perniciosa.
La última vez que Cuéllar cometió penalti sucedió el pasado viernes en Cartagena, cuando, tras una mala cesión de Jonathan Silva, el arquero arroyó a Rubén Castro. Penalti claro de responsabilidad compartida con el zaguero argentino, pero en el que el portero también tuvo su cuota de culpa. Más llamativos fueron los penaltis ante el Fuenlabrada y Sporting de Gijón, los dos frutos de salidas a destiempo.
El de El Molinón desnudó sus problemas en los balones aéreos, cuando golpeó con los puños la cara de un rival por no salir a tiempo. El contrario remató de cabeza, pero Pichu, que afrontó ese balón con la cara girada, mirando a otro lado, se lo llevó por delante.
Opositores sin opción
Estos números pesan en el debate sobre quién debe ocupar la portería de un Leganés que a principios de curso descubrió en Diego Conde (22 años) un digno opositor al puesto del Pichu. Los problemas físicos del tercer capitán hicieron que José Luis Martí apostara durante tres encuentros por este chico cedido por el Atlético de Madrid y con una opción de compra de un millón de euros. Rindió bien, pero apenas Cuéllar se puso a tono, retornó a la meta.
Ahora Conde ve los partidos desde el banquillo o la grada. Con Martí, todos los encuentros tenían dos porteros suplentes, pero Garitano ha suprimido esta costumbre en Butarque y Asier Riesgo ha adelantado al madrileño en las preferencias de su técnico. En la titularidad, con todo, no hay dudas. El Leganés sigue siendo Cuéllar y diez más. Como viene sucediendo en desde hace tres temporadas.
Un intocable desde 2017
Y es que pocos jugadores han gozado de la continuidad y blindaje en el Lega moderno que él. Llegó a Butarque en el verano de 2017 para aislar de vaivenes un puesto que la temporada anterior había tenido hasta cinco inquilinos. Asier Garitano quería un especialista experimentado y lo encontró en este guardarredes de largo recorrido. Desde entonces, es un fijo.
Lo fue con el propio Garitano, pero también con Pellegrino, Aguirre, Martí y ahora, de nuevo, con Garitano. Confianza que le ha hecho acumular 123 entorchados oficiales y convertirse en el cuarto portero con más partidos en la historia del Lega, sólo por detrás de Aguilera (314), Raúl Arribas (221) y Raúl Moreno (175).
Termina contrato esta temporada
Por el camino se han quedado compañeros de andanzas en la meta que no fueron capaces de hacerle sombra: Champagne, Serantes, Lunin, Andrés Prieto o Juan Soriano no lo consiguieron. Tampoco está ahora en duda la confianza de Garitano, aunque el panorama es diferente en el medio-largo plazo.
Cuéllar termina contrato a final de temporada y está por ver si el Leganés se lanzará a negociar su renovación. Todo dependerá de la categoría en la que militará el equipo el curso que viene. Entre tanto, en el corto plazo Pichu seguirá jugando con la maldición de los penaltis amenazando su currículum, hasta ahora, impoluto en Butarque.