Diego Capel no se rinde
El extremo dio positivo en Covid cuando iba a firmar con un equipo de la Primera croata y trabaja duro para volver a los terrenos de juego, según ha podido saber AS. Estuvo a un paso de Dinamo Bucarest.
El 16 de febrero Diego Capel cumplía 33 años con una idea clara en la cabeza: seguir disfrutando del fútbol. Algo que la COVID-19 le ha impedido en dos ocasiones. La última fue hace unas semanas. Y es que, según ha podido saber AS, cuando iba a firmar por un conjunto de la Primera División croata durante el pasado mercado invernal dio positivo en coronavirus. No fue algo pasajero ni asintomático pues la enfermedad llegó con fuerza y ello frustró el fichaje. Ante la imposibilidad de consumar el viaje y el próximo cierre de la ventana (1 de febrero), la operación no pudo llevarse cabo.
En tanto que la primera ocasión en que el coronavirus levantó una valla que el de Albox tuvo que saltar fue en su última experiencia profesional, en el Birkirkara maltés. Allí, con apenas 40 minutos disputados, tanto incluido, la pandemia paró la competición. En ese momento ya había dejado atrás las molestias físicas que le hicieron empezar en Malta al ralentí. Sin embargo, el 30 de junio expiró su contrato y, desde entonces, busca una nueva oportunidad.
El pasado 8 de marzo de 2020 jugó su último encuentro, en la vista del Birkirkara al Gzira United. Cerró el marcador (0-2) con el gol mencionado anteriormente, apenas dos minutos después de ingresar en el terreno de juego. Casi un año después no ha vuelto a vestirse de corto en partido oficial, pero no ha dejado de entrenar para volver lo antes posible, pues tiene claro que le quedan, al menos, tres o cuatro años de fútbol. La retirada está todavía lejana.
Esquivó la bala del Dinamo Bucarest
Esa espera estuvo a punto de ser mucho menor ya que, según ha podido confirmar AS, las informaciones que llegaban desde Rumanía el pasado mes de septiembre eran ciertas. En ellas se afirmaba que Capel estaba a un paso del Dinamo Bucarest de Cosmin Contra. El proyecto le sedujo y la compañía española que allí se iba a encontrar (Borja Valle, Isma López, Tomás Mejías, Juan Cámara, René y Aleix García) le atraía. Sin embargo, una vez en la capital rumana, comprobó de primera mano la inestabilidad institucional que se palpaba y no llegó a dar ese paso adelante. Poco después verían la luz los muchos pagos pendientes que había, los cuales han acabado con el Spanish Dinamo.
Ahora, una vez recuperado del percance sanitario, está al 100 % y a la espera de la oferta adecuada. Una oferta que, de momento, desea que provenga del extranjero. El exinternacional español quiere vivir una experiencia más fuera de nuestras fronteras, no descartando destinos exóticos como pudieran ser ligas como la qatarí. Así, el regreso podría estar próximo, pues tiene un par de ofertas sobre la mesa, pero, como decimos, no quiere precipitarse tras los reveses sufridos en los dos últimos mercados.
Con Sevilla siempre presente
Mientras su futuro se aclara, el extremo ha elegido un lugar especial, no solo por su color, para mantener el tono: Sevilla. De lunes a sábado entrena en la ciudad que le abrió las puertas a la élite futbolística. Además, lo hace con un equipo de confianza, al cual conoce de su etapa en Nervión. Mucho ha llovido desde que el 24 de octubre de 2004, con 16 años, se estrenase en Primera en un Sevilla-Atlético. Cuatro años después, Del Bosque le haría internacional. Tras pasar por Sporting de Portugal, Genoa, Anderlecht, Extremadura y Birkirkara quiere más. "Hasta que el cuerpo aguante y no me vaya de un cono", decía a AS hace un año. Una broma que escondía una realidad, Diego Capel no se rinde.