Se puede ganar sin delantero
El Real Madrid vuelve a solventar un partido con un gol de un jugador no atacante: seis de los últimos ocho tantos los han marcado futbolistas que no son delanteros natos...
Se puede ganar sin delantero. El ejercicio lo llevó a cabo el Real Madrid en el Gewiss Stadium de Bérgamo. Ganar sin tener un ariete, un rematador. Lejos quedan los tiempos en que la BBC llevaba el peso ofensivo del equipo: siempre acudía alguno al rescate. Bien con un gol, bien con una asistencia. Debido a la cantidad de bajas en el seno de la plantilla blanca, y a la única presencia de un rematador, como es Mariano, Zidane alineó ante la Atalanta un equipo sin delantero específico: situó a Isco como falso delantero centro, con libertad de movimientos. Marco Asensio también se dejó caer por esa posición. Es una demarcación que el técnico francés empezó a desarrollar con el balear en la pretemporada de 2019, justo en la que se lesionó gravemente en Estados Unidos, en un amistoso ante el Arsenal.
Pero la jugada le salió bien: marcó Mendy, con un disparo desde la frontal (“La jugada del gol estaba ensayada… pero el que tenía que rematar no era Ferland…”, explicaba Zidane en la conferencia de prensa). Un tiro que sorprendió a Gollini, quizá algo tapado por sus compañeros, quizá mal posicionado. David Bettoni se lo indicaba al defensa francés al término del encuentro: “¡Lo había hablado contigo!”, le dijo mientras se felicitaban por el triunfo. Era el punto final a un encuentro en el que los blancos se quedaron con la miel en los labios para haber dejado sentenciada la eliminatoria, y en el que hay que remarcar un aspecto importante: seis de los ocho últimos goles (entre todas las competiciones) los han marcado jugadores que no son atacantes natos: ante el Huesca marcó Varane los dos goles que le sirvieron para llevarse los tres puntos de El Alcoraz. Mendy anotó ante el Getafe, como ante la Atalanta. Ante el Valencia lo hizo Kroos y frente al Valladolid, fue Casemiro quien logró el único tanto del encuentro. Sólo Benzema, que marcó ante el Getafe y ante el Valencia (abrió el marcador en ambos encuentros ligueros), rompe esa regla. Una situación que se podrá repetir el próximo lunes ante la Real Sociedad en encuentro de Liga.
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Pero Zidane no ve conflicto en eso. “No es un problema, porque marcamos uno y no encajamos. Sabemos que hay muchas bajas, pero nosotros seguimos con lo que seguimos haciendo bien”, explicaba en conferencia de prensa. Y en eso está. Ante la Atalanta, en su sexta visita a tierras italianas (cinco en eliminatorias y la final de la Champions en 2016), llegó una victoria práctica, de oficio, exigua, pero que sirve también para dar un pasito más en la competición continental mientras espera ir recuperando jugadores (Benzema, Ramos, Hazard, Carvajal, Valverde…) con vistas al futuro. Y es que el técnico francés tiene suerte (más bien trabajo, y bien resuelto, por otra parte) en el país en el que se consagró como uno de los grandes jugadores de finales del siglo XX. Y eso que el partido ante la Atalanta estaba señalado como una prueba de fuego. El conjunto bergamasco es uno de los equipos más ofensivos del continente: promedia 2,18 tantos por partido este curso y desde que empezó 2021, la Dea había perforado la red rival con tres dianas o más en nueve partidos… hasta ayer, que no tiró ni una sola vez a puerta. El que lo hizo fue Mendy, lateral izquierdo: le dio la victoria, tiempo y reforzó la confianza en el trabajo bien hecho de Zidane y su cuerpo técnico…