El muro del líder ante un Hércules sin red
El conjunto de Manolo Díaz, obligado a ganarle al Ibiza para no descolgarse más de las primeras plazas. Romain Correia debuta en el once.
Hércules e Ibiza estaban llamados a ser los jefes de su grupo, pero sólo los baleares han estado a la altura. El equipo de Carcedo lleva en plan apisonadora durante todo el curso. Sólo ha perdido un partido, ha encajado tres goles y su cifra de puntos es estratosférica. Muy lejos se encuentra el Hércules, que descabalgó del liderato hace mucho tiempo. Ahora, el equipo de Manolo Díaz, tras cinco jornadas sin ganar y sin margen, lucha por recuperar una de las tres primeras plazas.
Al conjunto alicantino le restan cuatro finales por delante para enderezar el rumbo. El Hércules lleva un mes y medio para olvidar y necesita un triunfo de prestigio. Manolo Díaz ha llegado con un discurso renovado. El madrileño parece que ha conectado, pero no está para sentimentalismos. Tiene urgencias por ganar porque sabe que el primer objetivo está a un pelo de escaparse.
El Hércules tiene cuatro bajas para recibir al líder. Moyita y Acuña confían en que este sea el último partido que se pierden por lesión. Moisés y Erice, tras su infantil expulsión en Orihuela, no estarán por sanción. Llega la hora de Romain Correa. El central portugués debutará como titular en el eje de la defensa. En la medular, hay más dudas. David Sánchez, Armando o el defenestrado Diego Benito se perfilan como candidatos para acompañar a Appin. En ataque, Manolo Díaz tendrá que decidir si sale con dos delanteros o con una única referencia.
El Ibiza se reencontró con la victoria el pasado fin de semana ante el Mestalla después de un par de semanas con pequeñas dudas. El conjunto balear ya tiene el primer objetivo en el bolsillo y ahora quiere sentenciar ese primer puesto, además de llegar a la segunda fase con el mayor número de puntos. Por tanto, nadie espera a un Ibiza de vacaciones. Carcedo tiene la baja de Ilyas, convocado con Marruecos. Fran Grima puede volver tras superar su lesión, aunque el líder ya ha demostrado que es un muro casi infranqueable en el que las ausencias no se notan.