La unidad B del Leganés da un paso al frente
Hasta el doblete de Kevin Bua en Girona, sólo Sabin contra el Alcorcón había marcado saliendo del banquillo. Garitano también quiere gobernar los partidos con los relevos.
La unidad B del Leganés se ha reactivado. El retorno de Asier Garitano parece haber agitado a unos suplentes que han cogido protagonismo creciente. Quiere el de Bergara que su banquillo sea más determinante en la resolución de partidos que, como suele suceder en Segunda, llegan en ocasiones muy igualados al tramo final.
Las aportaciones de esos suplentes ya se han dejado notar. Y de qué manera. Kevin Bua, ante el Girona, fue el autor de los dos goles del triunfo pepinero (0-2) y lo consiguió en apenas 20 minutos sobre el césped de Montilivi. El hispano-suizo salió al césped en el 70' y aún así le dio tiempo para hacer un doblete histórico.
Lo resaltó el propio club, que informó a principios de semana que sólo cuatro jugadores en la historia del Leganés habían logrado un doblete saliendo del banquillo: el propio Bua, Catanha, Omar Ramos y Rubén Peña. Estos dos lo hicieron el curso del ascenso a Primera, también con Garitano a los mandos de la nave blanquiazul.
Esta temporada el Leganés sólo había logrado un gol de un futbolista emergido desde su banquillo. Lo anotó Sabin Merino ante el Alcorcón. El de Urdúliz logró el tanto del triunfo (1-0) apenas un minuto después de salir al césped, en el 60'.
Entre tanto, Garitano está mandando señales de cómo pretende gestionar los partidos mediante los cambios. Por ahora en los dos partidos que ha disputado ha agotado todas las sustituciones posibles. En su redebut, contra el Lugo, tardó en hacer los cambios y esperó a los minutos 73, 85 y 90 para hacerlos. Contra el Girona adelantó mucho más esos relevos y los ejecutó en el 56', 70' y 91'.
Además, estos cambios tuvieron siempre un tono menos defensivo del que se estaba habituado en Butarque este curso. Así, contra el Lugo, sólo los dos cambios del 90 fueron de corte conservador (Gaku y Tarín por Rober Ibáñez y Silva).
Contra el Girona los primeros relevos tuvieron esa pátina defensiva (Gaku y Palencia por Avilés y Rober Ibáñez), pero los dos siguientes (14 minutos después) fueron de corte ofensivo (Bua y Miguel por Pardo y Sabin Merino) y, además, eficaces. Esos movimientos de pizarra permitieron al Leganés lograr el triunfo ante un rival al que nunca había vencido.