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LEGANÉS

El examen forastero de Garitano

El técnico del Leganés se prueba mañana ante el Girona en su primera salida. La debilidad visitante, uno de los problemas en la era Martí. Garitano borra las excusas para mejorar fuera.

Actualizado a
El examen forastero de Garitano
PEPE ANDRESDIARIO AS

El Leganés juega mañana en Girona (Montilivi, 14:00) lo que vendría a ser una salida más de Butarque. No es el caso. Miedo en el cuerpo de los pepineros. Y ya no sólo porque sean los rojiblancos cocos recientes del Lega en todas las categorías en las que se han encontrado (jamás le han vencido), sino porque esta temporada eso de hacer las maletas se ha convertido en tema de pánico al sur de la capital. Tendencia recurrente que Asier Garitano parece empeñado en cambiar.

Lógico que así sea. Si el Leganés quiere aspirar al ascenso debe mejorar varias cosas. Y una de las fundamentales es la de rendir fuera de su hogar con la misma solidez que en Butarque. Sucede que ahora media un abismo entre los números de local del Leganés, y los de visitante. En su estadio es rival temible. Ahí suma 27 puntos en 11 partidos y sólo el Espanyol (28 en 12 duelos) tiene mejores guarismos.

Pero si la Segunda División fuera una categoría en la que sólo contasen los puntos conseguidos fuera de casa, sería el Leganés un equipo aspirante a la salvación, con apenas 10 puntos cosechados de 33 posibles. Bagaje pobre que fue una de las razones por las que Martí acabó destituido. Ya no sólo por los números (que también), sino por la imagen que solían dar los pepineros. Un equipo agazapado, a la espera del rival y en ocasiones excesivamente conformistas. Como si sumar sólo de uno en uno fuera suficiente para un conjunto hecho para ascender sí o sí.

Garitano reduce las excusas

La excusa recurrente en estos casos tenía nombre de dificultad. El Leganés se ha amparado muchas ocasiones este curso en aquello de que la categoría es compleja para justificar esos fiascos de visitante. Ayer Garitano ya hizo saltar por los aires cualquier amago entre los suyos de justificarse, de nuevo, en lo complejo que es jugar fuera de Butarque.

“Ahora sin público ya no hay tanta diferencia entre jugar en casa o fuera. Tenemos que mejorar”, avisó sin dejar espacio a excusas que puedan ejercer de venda antes de que llegue la herida. Cierto es también que Garitano avisó de que el Girona es rival complejo, pero eso no le sirvió como argumento para hacer saltar por los aires cualquier victimismo forastero.

Buen rendimiento en el pasado

En su primera etapa como entrenador del Leganés, Garitano acumuló más fama por convertir Butarque en un estadio fortín, más que por rendir muy bien fuera de su estadio, pero no hay que olvidar que muchos de los éxitos del técnico de Bergara se basaron también en sus buenos resultados fuera de casa.

Por ejemplo, el curso del ascenso apenas cosechó derrotas de visitante en el inicio de la temporada (mucho empate, eso sí) y ya al final, encadenó triunfos clave, como los conseguidos en Córdoba, Lugo, Albacete, Bilbao, Oviedo o Miranda. Ya en Primera División, sus dos campañas al frente del Leganés iniciaron con triunfos vitales de forastero: Vigo, Granada, Coruña, Las Palmas, Espanyol… y eso por no recordar la gesta de asaltar el Bernabéu (1-2) en el ‘Pepinazo’ de la Copa del Rey. Ahora su objetivo es repetir aquellos buenos resultados de visitante para eyectar al actual Leganés en su búsqueda del ascenso.