El dilema Militao

El Real Madrid tiene un dilema en torno a la figura de Eder Militao. El central brasileño llegó en el verano de 2019 como una apuesta fortísima por parte del club blanco, que pagó 50 millones de euros al Oporto para contratar sus servicios. Fue entonces, y sigue siendo, el defensa más caro de la historia del Real Madrid. Sin embargo, temporada y media después, el paisaje no es el que el Madrid esperaba: Militao apenas ha jugado 224 minutos esta temporada y no salta al césped desde el 31 de octubre, en la victoria en casa ante el Huesca (4-1). Apenas ha jugado tres partidos este curso y, para su desgracia, dos fueron derrotas en Valdebebas ante Shakhtar (2-3) y Cádiz (0-1).

Zidane definió el curso pasado a Militao como el "tercer central" de la plantilla blanca, una afirmación sorprendente de un entrenador que no suele referirse individualmente sobre sus jugadores para no crear agravios comparativos. En aquel momento, lo hizo con un Nacho que pasó automáticamente al cuarto puesto pese a su dilatada hoja de servicios; el canterano, una vez más, debía remar para ganarse la confianza de Zidane, algo que ha vuelto a suceder este curso, en el que ya roza los 800 minutos, el triple que Militao. Zidane quiso dar peso a la apuesta del club en la primera temporada, pero con el tiempo ha terminado tirando por el jugador que más le llena el ojo. Y ese no ha sido Militao.

Y en esta circunstancia, llega el mercado de invierno y llega el Tottenham de Mourinho. El entrenador de Setúbal ha pedido a su club que solicite al Madrid la cesión de Militao para reforzar la zaga de los Spurs, en plena lucha por el título de la Premier. Según el 'Express', ya ha habido contactos entre ambas entidades en relación a la posibilidad del préstamo hasta final de curso, lo que provoca el mencionado dilema en el Real Madrid: Militao sí o Militao no.

Por un lado, en el Madrid van asumiendo que la apuesta por el central brasileño puede no haber sido la adecuada; el enorme precio pagado por el central pesa sobre él, como ya sucedió en su día con otros defensores como Pepe o Ramos, pero ambos terminaron justificando la apuesta con cualidades y mucho carácter. A Militao las cualidades se le ven, a veces; el carácter es otra cosa, sólo tiene un gran partido en San Mamés como prueba de que la camiseta blanca no le va grande. Si el brasileño no va a hacer carrera en Madrid, al menos al club le conviene que juegue para que se revalorice y que algún club se interese por él para recuperar parte de la inversión hecha (una parte mínima, en cualquier caso; la pandemia ha cambiado las reglas del juego del mercado).

Así, una eventual cesión al Tottenham, donde pueda jugar con regularidad y tener exposición a nivel europeo mundial, podría ser buena tanto para revalorizar su figura como para que gane confianza de cara a una tercera temporada de blanco en la que, esta vez sí o sí, justificar la inversión hecha por él. Si el club inglés se hace cargo de toda su ficha, lo cual no sería en principio un problema, puede ser una operación muy ventajosa para todas las partes. Aunque cuenta con un gran inconveniente.

La plantilla del Real Madrid sólo cuenta con cuatro centrales: Ramos, Varane, Nacho y Militao. Restar uno de esos cuatro nombres podría traer problemas en los próximos meses, sobre todo si alguno de los dos titulares cae lesionado. Ya ha sucedido más de una vez con Ramos y la solidez del equipo se resintió enormemente. El Madrid anda preocupado por la economía, con un presupuesto recién aprobado que prevé perder 91 millones de euros (falta pactar la rebaja salarial con la plantilla para paliar esos números rojos), por lo que si Militao sale es poco probable que acuda al mercado. La principal opción sería tirar de la cantera, sobre todo de Víctor Chust, central del Castilla. Zidane, por su parte, ha pedido que no le quiten jugadores, pero eso también iba por Jovic y su cesión al Eintracht de Frankfurt ya es prácticamente un hecho...