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REAL SOCIEDAD

Una primera vuelta con números de Europa, pero con altibajos

"Nos ha faltado efectividad en muchos partidos, 30 puntos no está, pero si logramos cuatro más no pasa nada", dice Imanol.

Una primera vuelta con números de Europa, pero con altibajos
TONI RODRIGUEZDIARIO AS

La Real Sociedad llega al ecuador de la temporada con 30 puntos. Un punto menos que la campaña pasada a estas alturas. No son malos guarismos, pero sí es cierto que el equipo donostiarra no parece atravesar por su mejor momento. Del éxtasis inicial de LaLiga, con un ritmo de puntuación espectacular que le llevó a pelear, incluso, por el liderato, a hacer creer a todo el mundo que podía ser candidato al título. Pero desde el último parón de liga por los compromisos de selección, la Real ha vivido una realidad diferente, más exigente y más cercana a lo que realmente es.

Demasiado penalizada por un calendario muy cargado, por el cansancio de sus jugadores y por las lesiones que se le han ido acumulando, la Real ha sufrido un frenazo en su ritmo de puntos más que evidente que le hace llegar al final de la primer vuelta en dinámica decreciente. La actual situación del equipo realista se vio reflejada de forma fiel en la forma de perder en el Sánchez Pizjuán. Derrota 3-2 en un partido que empezó como una locura, y que siguió con esperanza para los txuri-urdin; pero que con sus regalos acabó sentenciándose. "Nos faltan puntos, no hay dudas de que por los méritos hechos por el equipo en esta primera parte nos faltan puntos. Eso los tengo clarísimo. Nos ha faltado efectividad en muchos partidos para sacarlos adelante. Treinta no está mal pero tal y como se ha comportado el equipo, si tenemos cuatro puntos más no pasa nada".

Lo cierto es que la Real volvió a competir en un escenario que no se le da del todo bien tradicionalmente. Se rehízo en dos ocasiones a los goles del Sevilla, pero a la tercera ya no pudo. Porque no puedes conceder tantos regalos a un equipo tan potente como los sevillistas. Todo comenzó como una locura maravillosa de futbol, pegadas y goles. Diego Carlos en propia puerta, gracias a la presión de Isak; y el propio delantero sueco lograban llevar las tablas al marcador. Y daban esperanza a la Real. Porque ponerse por debajo del Sevilla en su campo es casi firmar tu sentencia de muerte. Esa esperanza estuvo cerca de aprovecharla Jon Guridi, después de culminar una gran jugada colectiva, pero su remate lo paraba Bono. Pero más allá de eso, lo preocupante son los regalos que concedió la Real al Sevilla. El centro de la defensa tuvo problemas todo el partido. Y en la salida de balón hubo demasiadas imprecisiones, más de lo habitual en un equipo del nivel técnico del donostiarra. Porque con tener algunas imprecisiones ya podías contar, por la fuerte presión e intensidad como el Sevilla. Pero es que en el Pizjuán fueron demasiadas. Y así es complicado sacar algo en claro de una visita tan exigente.

La Real compitió en Sevilla, pero compitió mal. Porque no estuvo bien en las disputadas y hubo balones divididos a los que no fue con la fe necesaria y obligatoria en un partido de este calibre. Así llegó el 1-0, porque ni Remiro ni Zubimendi creyenro que podían llegar a un balón dividido dentro del área, y Gorosabel no persiguió a En-Nesiriy. Y así llegó el 2-1, porque Zubeldia, Zubimendi y Guridi fueron muy blandos en la disputa de balón con En-Nesiry. Y así llegó el 3-2 definitivo. Porque Merino perdió un balón muy peligroso en líneas de tres cuartos y no disputó su recuperación pensando que era falta, y provocó una contra que cogió mal colocada a toda la defensa, con Zubeldia muy blando en la marca a En-Nesiry. Demasiados regalos como para soñar con sacar algo positivo de Sevilla. Y aún así casi lo consiguen. Porque con balón, en lo metros finales, sí estuvieron finos. Y obligaron al Sevilla, incluso, a tener que despejar un balón sobre la línea de gol. Aunque Remiro también sostuvo a la Real con grandes paradas en la segunda parte, nuevamente por desajustes defensivos sin balón que debe corregir de inmediato el equipo si no quiere llevarse más disgustos. Deben aprender de esta derrota. Y seguir. Toca la Supercopa.