ATHLETIC-BARCELONA

Primeras pinceladas de Marcelino

El Athletic se ajustó a un 4-4-2, con las dos primeras líneas muy juntas y pocos pases para buscar el área contraria. Chispeante inicio, pero el equipo fue cediendo ante la calidad de Messi.

Juan Manuel Serrano ArceGetty Images

Marcelino ya avanzó que iba a aprovechar el trabajo previo de Garitano. Con dos sesiones de entrenamiento se pueden obrar pocos milagros. Se van viendo matices, eso sí. Para empezar, sólo introdujo un cambio con respecto al partido del domingo ante el Elche: Raúl García formó en punta del 4-4-2 con Williams en lugar del extremo Berenguer.

El estreno del nuevo técnico en el banquillo de San Mamés lo habría firmado cualquiera: gol en los primeros instantes en un inicio vibrante, que luego se repitió en el segundo tiempo. Luego se torció la noche porque así lo quiso Messi. Muniain se acomodó sobre la izquierda, una posición que no le es ajena, ya que ha figurado muchas veces ahí. Con Marcelino va bien su tendencia a ir al centro, ya que el asturiano quiere un medio campo potente. Raúl García, bastante incómodo como segundo punta, ejerce de escudero experto con Williams, en conexión permanente con Vencedor. Vesga está más en la ida y vuelta. De Marcos va haciéndose con el puesto de extremo derecho, también con mucha movilidad y apoyo a los pivotes. Es un Athletic más armado por dentro. Y Capa y Yuri tienen mucho carril cuando los extremos se van a posiciones centrales. Habitualmente a Marcelino le gustan más los pases rasos desde la periferia que por las nubes.

La filosofía Marcelino tiene una premisa básica: recuperar y correr. Las ideas están muy claras. Así llegó el primer gol. Fallo de Dest en tres cuartos, rápida transición tras robo de Vesga, conexión con Raúl de espaldas girando y dando a Williams al espacio. Esta vez Iñaki definió de forma magistral. Con metros y carrera se siente más seguro. El Athletic busca el espacio en todo momento, aunque los fallos individuales, en esta ocasión de Simón, siguen condenándole como con Garitano.

Las dos líneas de cuatro están muy juntas en esta nueva era, con la defensa adelantada para comprimir mucho los espacios. Las posesiones cortas y la transición muy vertical son el ABC. Eso sí, en ocasiones se alterna durmiendo un poco la ofensiva con pases para que pase el tiempo, a modo de reposo, pero ante todo prima el ritmo. En ataque De Marcos y Muniain tienen licencia para moverse con libertad por cualquier posición, ya que así distraen a sus marcadores. Iker pudo lanzar unos cuantos apoyos al comienzo del partido, pero sufrió mucho en defensa. Por esta razón intercambió la posición con Raúl cerca del descanso, pero sólo fueron unos instantes. La estructura se mantuvo inamovible pero sufrió con el talento azulgrana y apenas pudieron pasar de medio campo durante un cuarto de hora. Ante la calidad de Messi cualquier nuevo proyecto está encaminado a que se le vean las costuras. Con público tal vez la cosa habría cambiado. El chispazo del minuto 3 habría flameado el estadio. Bien es verdad que el Athletic de Marcelino se echó muy atrás con 1-2. Y llegó el tercero. Con la entrada de Berenguer en lugar de Raúl García, el Athletic regresó a su clásico 4-2-3-1. Pero lo del Día de Reyes en San Mamés es un primer paso para la esperanza rojiblanca. 

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