COPA | CASTELLÓN 0 - TENERIFE 2
El Tenerife acaba con el Castellón y hace mella en tres días
Los de Luis Miguel Ramis eliminan a los albinegros de la Copa del Rey días después de sumar tres puntos ligueros en Castalia.
El Tenerife disfruta en Castalia. Con 150 privilegiados viendo el fútbol en directo, los menos habituales y un partido que no da lugar a la especulación, Castellón y Tenerife volvieron a verse tres días después de su encuentro en Liga a todo o nada. Los de Luis Miguel Ramis lucieron músculo desde antes de echar rodar el balón, con un once de garantías que pone de manifiesto su fondo de armario. A los cuatro minutos, Valentín Vada, que ya dejó buenos minutos el pasado domingo en el feudo albinegro, anotó el primer tanto cuando ambos equipos todavía estaban quitándose las legañas. Mientras, los locales volvieron a errar un penalti con todo en juego, esta vez con Adrián Ortolá como protagonista.
El, todavía poco, público, gran noticia para el fútbol en tiempos de pandemia, pudo disfrutar de un encuentro con más ritmo que el liguero desde el comienzo del choque. Tras el gol de los tinerfeños, los locales no se vinieron abajo e inquietaron la portería de Ortolá desde todos los costados, con Juanto Ortuño en todas las salsas. Pero fue Paolo Fernandes, otro de los jugadores inspirados en la reválida en Castalia, el que hizo volar al meta alicantino con un disparo que se colaba por la escuadra en la más clara de los albinegros. En esos compases de acoso, Ortolá mostró trazas de portero imponente.
El empuje y la intensidad era tal, que César Díaz se echó la mano al muslo a la media hora de encuentro, dejando por un tiempo a los suyos con diez, mientras precisamente calentaba el '10', Rubén Díez. Óscar Cano se olió la tostada y al equipo le faltaba fútbol en la medular. Ledes, que mostró buen tono, y Castells, son otra cosa.
No obstante, los locales iban equilibrando la balanza a base de ocasiones, acechando por especialmente por los costados, pero los de Ramis ya demostraron el domingo de qué pasta están hechos: defienden en bloque y buscan las cosquillas aprovechando los errores ajenos. Así llegó el gol que puso tierra de por medio. En la última del primer tiempo, tras una gran reacción del equipo, la defensa se durmió en una jugada embarrullada en el área tras un balón colgado desde el centro del campo y Carlos Ruiz, central, se disfrazó de '9', de los de mucha clase, para colar una rosca por la escuadra de Whalley. Cero a dos y a reflexionar al descanso.
Ya con Rubén Díez a tono, y los dos goles del Tenerife ya en su casillero, la declaración de intencienciones por parte de los Cano fue otra. Con más cabeza, liderados por el aragonés, acumularon balón para buscar la reacción. De nuevo Ortuño ponía a prueba a un inspirado Ortolá y repetía Paolo sin fortuna. Pero el tiempo se paraba cuando Nono quedaba tendido en el terreno de juego tras un fuerte impacto en un balón aéreo con su compañero Javi Alonso. El jugador se levantó con su propio pie maltrecho de la nariz. Todo quedó en un susto.
Ramis aprovechó el parón para mover el banquillo y metió piernas frescas, primero con Bermejo y posteriormente con Sipcic y Sanz para dar empaque a la defensa y la medular. Ya era una cuestión de resistir y esperar sus momentos. Al poco de salir, Bermejo puso un caramelo en el área al que sólo le faltó rematador para sentenciar. El extremo salió con el colmillo afilado.
La respuesta del técnico granadino era dar entrada a Jordi Sánchez para tratar de generar problemas con su envergadura para aprovechar los numerosos centros que llovían desde las bandas, con un inspirado Muguruza desde la derecha. Tras un centro del vasco, Víctor tiró de pillería y puso pimienta al final provocando un penalti y discutiendo con Muguruza por la gloria. El lateral zurdo tiró blandito y Ortolá volvió a erigirse en salvador para hacer valer su candidatura para el once titular. Segundo penalti errado frente al Tenerife con todo en juego en tres días. Suficiente losa para sumar de tres en Liga y para caer en Copa.