El panenka de Korneiev o una guerra que acabó en descenso
En El Plantío, el jugador ruso falló un penalti en la 92-93 que levantó la crítica de los directivos y el técnico. El Espanyol estuvo 13 partidos sin ganar y bajó.
En la jornada 27 de la temporada 1992-93 el Espanyol era octavo con 28 puntos y estaba a una sola victoria de los puestos de Copa UEFA. Con los goles principalmente de Xavi Escaich e Igor Korneiev, el conjunto blanquiazul iba directo a pelear por cotas altas en el último cuarto del campeonato, pero entonces apareció una racha negativa que tuvo como punto de inflexión el encuentro ante el Burgos, colista, un choque que pasó a la historia de aquel curso con Korneiev de protagonista. Este miércoles (19:00, Esport3) se redita el duelo en la segunda ronda copera, y a los pericos que ya peinan canas les vendrá a la memoria un partido maldito.
Después de esa jornada 27, el Espanyol encadenó cuatro derrotas seguidas en un tramo exigente del calendario ante Real Sociedad, Real Madrid, Tenerife y Barcelona. La mala racha del Espanyol, que acercaba a la zona de promoción de descenso (seis puntos), debía finalizar ante un Burgos que, con 16 puntos, prácticamente había sellado su descenso. El Burgos golpeó primero por medio del holandés Michael Boerebach. A los pericos le entraron los nervios, menos a Korneiev, quien lanzó un penalti a lo panenka que detuvo el portero Agustín Elduayen. Una frivolidad.
El delantero ruso, además, vio una amarilla y el técnico José Manuel Díaz Novoa lo sustituyó al descanso. Lluís empataría el encuentro a falta de 15 minutos, pero aquel golpe fue duro. El Espanyol no levantó cabeza y perdió los seis partidos que restaban para acabar el campeonato. Y descendió después de perder la promoción ante el Racing de Santander por un global de 1-0, lo que certificaba el cuarto descenso en la historia del club.
Cruce de declaraciones: "Ha hecho la figureta"
Después de aquel encuentro de Burgos, se evidenciaron las heridas en el vestuario con el jugador ruso, un cruce de declaraciones entre directivos, técnicos y el propio jugador. "A la hora de tirar el penalti ha hecho la ‘figureta’. Ultimamente en los partidos de fuera de casa parece que busca provocar para que lo expulsen. Supongo que el coordinador del área deportiva recibirá un informe del entrenador", dijo el presidente Francesc Perelló.
Y el entrenador se mostró igual o más contundente en la sala de prensa: "Su actitud es una falta de respeto. Su actuación ha dejado mucho que desear. Ha fallado el penalti y luego ha buscado la tarjeta, provocando. La sustitución era obligada y en su lugar ha salido Escaich, que hacía un rato que calentaba... Esta es la segunda vez que pasa esto, pero no habrá una tercera", comentó. Korneiev estuvo tres partidos seguidos sin participar, en una guerra que, hoy en día, sería impropia después de un encuentro a la luz pública.
"A la hora de tirar el penalti ha hecho la ‘figureta’. Ultimamente en los partidos de fuera de casa parece que busca provocar para que lo expulsen. Supongo que el coordinador del área deportiva recibirá un informe del entrenador"
El propio jugador ruso se mostró sorprendido en la zona mixta después de las reacciones de los dirigentes. "Para mí esas palabras son muy injustas. Me duele que duden de mi profesionalidad. No he buscado mi expulsión. Siempre he peleado por el bien del equipo. Nunca me gusta la derrota y no doy jamás un balón por perdido. Ante el Burgos quería ganar como fuera, porque mi error al errar el lanzamiento del penalti ha sido muy grave y me sentía en deuda con mis compañeros. Quería arreglarlo yo solo. Lo siento".
Después de tanto tiempo, y tras jugar en el Barcelona, Feyeenord (donde destacó y fue un jugador histórico) o Nac Breda, dio el salto a los banquillos. Fue el ayudante de Guus Hiddink en la selección rusa. En la actualidad, es uno de los hombres de confianza del máximo mandatario del AS Mónaco, Dmitri Rybolóvlev. De hecho, Robert Morneo, penúltimo técnico del club francés, reconoció que se reunió con el ex jugador perico para cerrar su fichaje. Otros tiempos para el ruso y también para el Espanyol.