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REAL VALLADOLID

Cinco razones por las que el Real Valladolid se tomó las uvas en descenso

En una temporada marcada por el covid, el equipo de Ronaldo ha tenido un terrible inicio de temporada que lastra a los pucelanos para toda la campaña.

Valladolid
Team of Valladolid during LaLiga, football match played between Cadiz Club Futbol and Real Valladolid at Ramon de Carranza Stadium on December 29, 2020 in Cadiz, Spain.
 AFP7 
 29/12/2020 ONLY FOR USE IN SPAIN
AFP7 vía Europa Press

1- Ocho jornadas sin ganar. El Real Valladolid comenzó mal la temporada, sumando sólo tres puntos de los primeros 24 en juego y perdiendo partidos contra rivales directos como el Eibar o el Alavés en Zorrilla. Los partidos que otras temporadas se ganaban esta campaña se pieden. Pese a la buena imagen en Valdebebas ante el Real Madrid y en algunos tramos de estos primeros encuentros, el equipo tuvo que esperar hasta el noveno duelo, frente el Athletic, para sumar de tres en tres. Cierto es que tampoco acompañó la suerte: se dilapida una ventaja de 0-2 en Huesca, se falla un penalti ante el Eibar y se juega con 10 más de 70 frente al Alavés, amén de los errores groseros como el de Masip ante la Real o Bruno ante el Real Madrid.

2- Cambio de sistema y de los más goleados. Sergio González, animado desde dentro y desde fuera del club, se creyó lo del "salto de calidad", decidió dar un paso adelante y llevó la línea defensiva 10-20 metros más adelante con el bloque muy separado, pero los continuos fallos individuales, muchos errores impropios de Primera, echaron por tierra todas las intenciones haciendo que el equipo sea de los más goleados de la categoría (24 goles en 16 partidos), el tercero que más encaja. El Real Valladolid tardó 16 jornadas en dejar la portería a cero. Da la sensación de que con las bajas y los jugadores que llegaron no se eligió bien el momento para cambiar la forma de jugar.

3- Inferiores. El equipo blanquivioleta esta temporada ha sido sometido e inferior a varios de sus rivales, cosa que no pasaba otras temporadas con tanta asiduidad. Fue mucho mejor el Betis, el Eibar, con 10, el Alavés, el Villarreal, el Atlético de Madrid y el Barcelona que el conjunto pucelano que no logra tener la regularidad, ni volver a tener la fortaleza que le identificaba en temporadas anteriores. El equipo que era difícil de batir ahora ha pasado a ser un equipo flojito, con una mentalidad frágil y sin liderazgo. El técnico no está sabiendo encontrar soluciones ante los problemas que tiene el equipo y se ha equivocado en el planteamiento de algunos partidos.

4- Las lesiones y baja forma. El técnico no ha podido contar con Kiko Olivas, que se lesionó al final de la temporada pasada en Ipurua, mientras que han pasado por la enfermería muchos de los jugadores que deben ser importantes en el once como Joaquín, Javi Sánchez, Janko, a los que ahora se ha sumado Marcos André que con su lesión en el pubis dejará próximamente al equipo sin su mejor jugador en este primer tramo de liga pues tendrá que operarse.

5- Escasa aportación de los fichajes. De los nueve jugadores llegados en el mercado de verano casi ninguno ha destacado por diversas circuntancias, por mucho que el director deportivo pida paciencia. Roberto tuvo buenas actuaciones, pero encajaba dos goles por partido, Luis Pérez no dio la talla cuando jugó, mientras que Janko se lesionó los dos partidos que disputó de inicio. Bruno y El Yamiq intercalaron buenas actuaciones con fallos garrafales. Roque Mesa tardó en coger la forma y sólo empieza a mostrar ahora su mejor nivel, Jota sí ha demostrado calidad, como Weissman instinto de gol, aunque han jugado poco. Sin embargo, la gran decepción se llama Orellana, lejísimos, hasta ahora, de ser el jugador franquicia del equipo. Ha tenido muchos minutos y escaso rendimiento. Sólo ha funcionado Marcos André, que no es fichaje de esta temporada, pero que sí ha debutado esta campaña.