Bale inquieta al Madrid
La situación del galés, cedido en el Tottenham, hace que el conjunto blanco tema que no tenga ofertas para poder traspasarlo en el próximo mercado veraniego.
El pasado miércoles, Gareth Bale inauguró su cuenta de goles en la Carabao Cup: era su tercer tanto en lo que lleva de campaña con el Tottenham, equipo en el que juega cedido por el Real Madrid desde el pasado mes de septiembre. Ha sido el único gol de los cedidos que el conjunto blanco tiene repartidos por el continente europeo en esta penúltima semana del año: remató de cabeza un medido centro Harry Winks. No tuvo ni que saltar, apenas peinar la pelota para superar a Lonergan, meta del Stoke. Era el minuto 22 de partido. En el descanso, Gareth fue reemplazado por el coreano Son… Según explicó el propio Mourinho, su entrenador: “Sintió algo al final del primer tiempo y me dijo que no podría seguir en la segunda parte”.
Hasta entonces, los números de Bale se explican en 598 minutos jugados con los Spurs… pero de manera muy errática: ha participado en 11 partidos en tres competiciones (Premier, Europa League y Carabao Cup), pero no ha acabado ni un solo partido con el conjunto londinense, con tres goles anotados. Son 598 minutos repartidos de la siguiente manera: 393 en Europa League (ha jugado en los seis encuentros que ha disputado el Tottenham), 160 en la Premier, y los 45 restantes en la Carabao Cup... Se ha perdido seis encuentros por problemas en la rodilla (una lesión que arrastraba desde el verano y que le impidió debutar hasta el 18 de octubre), en cuatro ocasiones ha visto los partidos de los COYS desde el banquillo y en dos ocasiones no ha sido convocado por Mourinho…
Lejos quedan aquellos buenos deseos e intenciones del galés de recuperar el tiempo perdido en Madrid. Cedido en una operación exprés el pasado mes de septiembre, Bale se presentaba en Londres con la intención de olvidar su último medio año en el Real Madrid, pero en Inglaterra se ha encontrado con una situación pareja a la que tenía en el conjunto blanco. Y lo que es peor, al Tottenham no le acaban de cuadrar las cuentas con Bale en su plantilla (está pagando cerca de 15 millones brutos de los 30 que cobra), con el rendimiento que está ofreciendo por el momento.
Por su parte, el Madrid esperaba que Bale, al estar en un hábitat y un ambiente conocidos por el jugador, podría volver al estado en el que brilló en la Premier a comienzos de la década, sobre todo, en las campañas 2011-12 y 2012-13, lo que le hicieron convertirse en el primer fichaje que costó más de 100 millones de euros por parte del conjunto madrileño. De esa manera sería factible negociar un posible traspaso al término de la actual campaña. Pero por ahora esos planes se ven frustrados. Bale, que acabó de mala manera con Zidane (no le dio ni un solo voto en la votación de los premios The Best, tampoco a Sergio Ramos, su compañero hasta hace cuatro meses), podría regresar a la disciplina blanca: tiene contrato hasta 2022. Pero sería una opción que, por el momento, no quiere ni el propio jugador ni mucho menos el entrenador francés… pero la situación del galés, ahora recuperándose de la enésima lesión de pantorrilla, inquieta al Madrid: busca liberar una ficha y sobre todo, masa salarial. Fichajes como el de Mbappé o el de Haaland dependen, entre otros factores, de esa plaza…