"Mi cabeza pide retirarme"
Arjen Robben, ahora en el Groningen, se resiste a decir adiós al fútbol, aunque las lesiones hacen que el fantasma de la retirada sobrevuele su mente.
Arjen Robben ha sido uno de los futbolistas más destacados que ha dado el fútbol holandés en los últimos años. Hacerse con el esférico en la banda derecha y perfilarse hacia el centro para golpear a portería con la zurda es su marca registrada y, desde que en 2004 el Chelsea se lanzó a por él, ha sido (fue) uno de los extremos más peligrosos del continente. Sin embargo, siempre quedará la duda. ¿Hasta dónde habría llegado Robben sin tantos problemas físicos? Las lesiones han sido su infierno particular. Ese que no le dejó brillar por completo en su etapa en el Real Madrid y que le están dificultando sobremanera sus días finales en el Groningen.
El año pasado anunció su retirada, pero decidió darse una última oportunidad en el Groningen, el equipo que le vio nacer futbolísticamente. 44 minutos es el minutaje acumulado desde su vuelta a los terrenos de juego. Cómo no, por problemas físicos, en la ingle, en esta ocasión. En un principio parecía que volvería, pero el regreso se dilata y parece que en 2020 no volverá a vestirse de corto. En una entrevista con Sky Sports no puede negar el fantasma de la retirada le sobrevuela la mente.
"Solo espero poder volver al campo. He tenido muchos contratiempos. Sabía que sería una tarea complicada y un desafío. Para ser sincero, la energía ha desaparecido en las últimas semanas y por supuesto que mi cabeza pide retirarme. Pero, hay alguien dentro de mí, una pequeña voz en mi cabeza que me impide parar. Mi carrera se acabó. Este año ya era un bonus y si todo funciona en 2021, sería genial", se sinceraba el extremo de 36 años.
La duda que deslizábamos antes siempre estará ahí y nunca sabremos el techo verdadero de nuestro protagonista si no hubiera tenido un físico de cristal, pero es indiscutible que las luces entierran a las sombras en la carrera de Arjen Robben. Veremos si logra que 2021 sea su año y puede ser él y no su cuerpo el que ponga el punto final.