MÁLAGA-LOGROÑÉS

El día que Basti cambió la historia del Málaga con dos goles al Logroñés y salvó a Peiró

La historia del Málaga adquirió otro rumbo en un partido contra el Logroñés hace 22 años. Dos goles de Basti impidieron el despido de Joaquín Peiró.

Diario As

22 años después vuelve un Logroñés a La Rosaleda. No es el Club Deportivo Logroñés, que desapareció lamentablemente en 2009, sino la Unión Deportiva Logroñés que se fundó ese mismo año tras la compra de la plaza del Varea. Aquel Málaga-Logroñés jugado en una abarrotada Rosaleda el 22 de noviembre de 1998 era todo un cara o cruz. Los blanquiazules llevaban seis derrotas consecutivas. Dos de ellas en Copa del Rey contra el Valadolid y cuatro en Liga contra Atlético Badajoz, Rayo Vallecano y Osasuna.

El Málaga se colocó en novena posición con 21 puntos. A 12 puntos del Numancia, que tenía 33, a cinco del Toledo, 26 puntos y a tres del Rayo Vallecano con 24 y dos de Las Palmas con 23. Los planes de un equipo que había hecho nada menos que 16 fichajes pasaban por el ascenso directo. Todo lo demás sería considerado como un fracaso de los gordos. El entrenador era Joaquín Peiró y el presidente, Fernando Puche, lanzó un ultimátum: o victoria o despido. El sustituto hubiera sido José María Bakero.

Así estaban las cosas aquella tarde de domingo. Peiró, en el corredor de la muerte pero sereno como siempre, sacó la siguiente alineación: Sánchez Broto; Ruano, Bravo, Dorado, Roteta; Zárate, Movilla, De los Santos, Agostinho; Basti y Catanha. También entraron Caracol, Popovic y Brahim. En el Logroñés que dirigía Marco Antonio Boronat salieron Valero Redondo, Jubera, Clotet, Cavas; Cabeza, Ino, Nayim, Marín; Jordi y Manel. También entraron Jorge López e Iglesias. Arbitró el catalán Moreno Delgado.

El partido empezaba bien para el Málaga. A los 11’ Agostinho metía un balón a Basti y el paleño, un goleador inteligente en los metros finales, cruzó con el exterior lejos de Valero. Peiró, muy sereno de puertas para fuera, pero tenso por dentro, respiró hondo a los 36’ con un característico gol de Catanha. Jugada iniciada por Basti, con asistencia a Zárate que estrella el balón en el larguero. El ‘Cangrejo Rojo’ cabeceó en plancha al fondo del portal.

Tras el descanso los nervios volvieron al estadio con el 2-1 anotado por Redondo. El Logroñés se fue a por el empate y el Málaga dudaba. Entonces Basti, que aquella tarde estuvo pletórico, volvió a cruzar lejos del sufrido portero riojano. Todavía le esperaban a Peiró 12 minutos de sufrimiento con el gol de Ricardo Cavas. El Málaga supo contener y se llevó la sufrida victoria.

Fue mucho más que un triunfo. Joaquín Peiró no fue despedido y el Málaga enderezó su rumbo de tal manera que ascendió a Primera como campeón y arrasando. Aquellos dos goles de Basti escribieron otra historia para el Málaga. Actualmente, Basti, Sebastián Fernández Reyes, es un destacado miembro de la Fundación Málaga Club de Fútbol, de sobresaliente funcionamiento.

Por su parte, el Logroñés salvó la categoría. Pero descendió el año siguiente iniciando un declive que culminó en su desaparición. Afortunadamente, la Unión Deportiva Logroñés ha tomado su testifo y ha venido para quedarse.

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