La Cartuja, el estadio que no pudo llegar a ser "Olímpico"

Situado al norte de la capital y con parte incluso de sus instalaciones en el término municipal de Santiponce, cada vez son menos los sevillanos que llaman "Olímpico" al estadio de La Cartuja, y si lo hacen lo suelen acompañar de cierta sorna. Construido como principal argumento para la candidatura de Sevilla a los Juegos Olímpicos de 2004, el recinto fue precisamente inaugurado con un amistoso de la Selección española de fútbol el 5 de mayo de 1999. Aquel día la Roja derrotó (3-1) a Croacia. Tres meses y medio después, desde el 20 al 29 de agosto, el estadio albergó el que hasta el momento ha significado su evento deportivo de mayor envergadura, un Mundial de Atletismo del que entre otras cosas se recuerdan el récord mundial de 400 metros lisos de Michael Johnson y la medalla de oro en Maratón conseguida por el soriano Abel Antón. La obra costó más de 20.000 millones de pesetas (unos 120 millones de euros, al cambio) y, huelga decirlo, de momento no se ha visto encender por allí ningún pebetero.

El de esta noche será el primer encuentro oficial de la Selección española de fútbol en La Cartuja, donde ha disputado tres amistosos más aparte del de su inaguración: ante Argentina (17-11-1999, 0-2), Países Bajos (15-11, 2000, 1-2) y China (03-06-2012, 1-0). Allí también se jugaron dos finales de la Copa del Rey, en 1999 y 2001, y una de la Copa de la UEFA, la de 2003 que el Oporto entonces entrenado por Mourinho ganó al Celtic de Glasgow.

Ha habido incluso tenis de elite en La Cartuja. Entre sus gradas consiguió España dos de las seis Copas Davis que tiene en el palmarés, las de 2004 y 2011, ésta última con un Rafa Nadal imponente ante Argentina.

Pero en los últimos tiempos se han celebrado allí más conciertos míticos (AC/DC, U2, Madonna, Depeche Mode, Bruce Springsteen) que eventos deportivos importantes. La Junta de Andalucía intenta reactivar La Cartuja y poco antes del confinamiento la reacondicionó, arregló la cubierta y puso un nuevo césped mientras firmaba con la RFEF un convenio para albergar cuatro finales de Copa del Rey seguidas. Entre ellas, la que la Real Sociedad y el Athletic tendrían que haber disputado ya el año pasado y que a priori jugarán el próximo abril. La pandemia ha frenado la potenciación del recinto, algo que se intenta paliar, al menos de manera simbólica, con este España-Alemania.