El banquillo de Zidane mengua
Aunque ahora se permiten cinco cambios, cuando el Madrid se la juega, como en el Clásico, ante el Gladbach o el Inter, el francés sólo hizo tres sustituciones. Isco y Jovic... no cuentan.
Para Zidane no existe la nueva normativa que permite cinco cambios. En los partidos grandes, se maneja con sólo 14 futbolistas. No confía en más. Hay una brecha enorme entre sus futbolistas de cabecera y el resto y se ve cuando el francés está con el agua al cuello. En el Clásico, en Mönchengladbach y ante el Inter... sólo hizo tres cambios. Hay futbolistas como Isco y Jovic, netamente de ataque, que ni aparecieron en esos partidos. Zidane ha pasado de lucir un banquillo amplísimo a uno que mengua.
Las alternativas para cambiar el devenir de los partidos a vida o muerte se han limitado a Hazard (como rodaje), Vinicius, Modric y Rodrygo, el héroe del Inter. Los tres últimos fueron las únicas cartas que se jugó Zizou para doblegar a un Antonio Conte que se había hecho con el mando del partido. Atrás, tampoco se mueve ficha. El trío Mendy-Ramos-Varane está tallado en roca y sólo ha cambiado a Nacho por Lucas por la lesión del primero y el buen hacer del segundo. Las buenas noticias para Zidane es que en breve podrá ampliar sus recursos y, quién sabe, tirar de más futbolistas de banquillo. Odegaard está en el ultímisimo tramo de recuperación de su lesión en el sóleo y se le espera en la lista contra el Valencia. De hecho, Zizou quiere darle rodaje en Mestalla.
Zidane no es partidario de usar tampoco los cambios como castigo, aunque sí como mensaje. Ahí está esa entrada de los castillistas Arribas y Marvin en el debut liguero en San Sebastián que fueron una invitación abierta y pública a Jovic para que se buscara equipo antes del cierre del mercado. Hasta el momento, en sus dos etapas, al entrenador blanco se le pueden detectar patrones. Uno, que ha tardado en alterar su costumbre de guardarse la mayoría de los cambios para el tramo final. Otro, que ya ha tenido momentos (desde 2017 le pasa) en los que no se fía de su banquillo...
Dos en apuros...
Hay tres futbolistas que se han ido al limbo. Militao desde el Shakhtar, pero en especial es un caso recurrente esta campaña con Isco y Jovic. El del malagueño es significativo porque venía siendo la bisagra al 4-4-2 que también le gusta a Zidane y un talismán suyo en los partidos de gran envergadura. Ahora Isco ha pasado a contar sólo en los partidos de Liga más asequibles y la pillada en el Camp Nou en la que una cámara de Movistar+ le pilla quejándose de las decisiones de su técnico ("Si me tiene que meter, me mete en el minuto 80...") le hace un flaco favor.
Jovic, por su parte, apenas está medio paso por delante de Mariano (una única convocatoria este curso) y su cara fue un poema en Mönchengladbach, cuando el Madrid caía por 2-0 y aún así su entrenador prefirió subir a Ramos, Varane y Casemiro al área rival antes que contar con el serbio. Está sentenciado. En el banquillo dentro del propio banquillo, por así decirse. El lugar al que Zidane ya no mira.