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RAYO VALLECANO

Leo Ulloa se reencuentra con el Almería, su trampolín a la Premier

El delantero del Rayo se verá las caras con el equipo donde se coronó pichichi en la 2011-12 (28 goles). Eso le abrió las puertas del fútbol inglés, en el que luego hizo historia con el Leicester.

Ulloa celebra uno de sus goles con el Almería.
CARLOS BARBADIARIO AS

El fútbol está lleno de causalidades. El resultado de las cosas es el que es por cómo se desarrollan. Por eso, la historia de Leo Ulloa no se entendería sin el Almería, su rival de este domingo en Vallecas. Primero, por lo que allí consiguió —se erigió como el pichichi de la 2011-12— y después, por todo lo que aquello supuso. Su buen papel le abrió las puertas del fútbol inglés y terminó haciendo historia en el Leicester, con quien logró ganar una Premier (15-16).

Pero mejor empezar el relato por el principio... El delantero argentino aterrizó en LaLiga con 21 años, siendo algo más que una promesa, como ya decía su palmarés, donde figuraban un Torneo Clausura (San Lorenzo de Almagro, 2007) y una Copa Sudamericana (Arsenal de Sarandí, 2007). El Castellón, de Segunda, le fichó el verano de 2008 por 650.000€, convirtiéndose en el refuerzo más caro de su nuevo club. Allí fue titular y marcó 30 goles en dos temporadas, pero no resultó suficiente para salvar la categoría. Eso sí, su marcha hizo embolsarse casi un millón de euros a la entidad.

Entonces, Leo dio el salto a un Almería de Primera. Esa 2010-11 le hizo madurar a pasos agigantados. Tres entrenadores, siete tantos —la mitad de los que traía el curso anterior en Segunda— y un descenso fueron el bagaje previo a su explosión. Llegó en la 11-12, cuando anotó 28 dianas, coronándose como el máximo artillero de la categoría de plata. Para eso, los andaluces siempre han demostrado olfato. Tres de los pichichis de la última década han vestido su camiseta: Ulloa, Charles (27 goles, 12-13) y Álvaro Giménez (20, 18-19). El ariete se marchó a Inglaterra antes de que se consumara el ascenso de la 12-13. Una de sus espinitas.

Cuando jugaba en Brighton (13-14) apenas podía alcanzar a soñar lo que aún estaba por venir... Firmó por el recién ascendido Leicester en la 14-15 —ayudó a la permanencia con once tantos— y, sólo un año más tarde, fue parte —con seis dianas— de aquel conjunto que se alzó con la Premier. "Superó las expectativas. El Leicester era un equipo humilde y mantuvo la categoría gracias a una gran racha final. El año siguiente seguimos con esa inercia. Los grandes no estuvieron bien y, pasado el mes de diciembre, la gente empezó a creer y nosotros, también. Sólo perdimos tres partidos en toda la temporada. Eso marcó la diferencia, éramos sólidos atrás. Disfruté muchísimo y despertamos simpatías en todo el mundo", recordaba en AS.

Tras su periplo inglés —cerró el círculo de nuevo en el Brighton— puso rumbo al Pachuca mexicano y después, con 33 años, a Vallecas. Justo cuando mejor le iban las cosas, una grave lesión de rodilla le cambió los esquemas. Ulloa sufrió una rotura del ligamento cruzado anterior y del lateral interno de su rodilla izquierda durante un entrenamiento y estuvo de baja ocho meses. Ahora ha vuelto, más concretamente lo hizo el 10 de octubre, disputando siete minutos en Tenerife. De momento ya suma 142 y una titularidad, en el derbi contra el Fuenlabrada. Al delantero aún se le resiste el gol y asoma el Almería. En su mente sigue intacto su deseo de vivir un ascenso con el Rayo y de sacarse de una vez aquella espinita...