El viaje de Rhys Williams: de sexta a la Champions en menos de un año
Jürgen Klopp hizo debutar al central de 19 años ayer en el partido ante el Ayax en el descuento. El canterano estuvo cedido el año pasado en el fútbol modesto.
A día 31 de diciembre de 2019, Rhys Williams jugaba como central en el Kidderminster Harriers, un equipo que, a pesar de sus 134 años de historia, vive relegado en la sexta división del fútbol inglés. Tras acabar su cesión, su ‘mili’ como lo llaman algunos, Williams volvía curtido a las categorías inferiores de un Liverpool imparable que llevaba años arrasando rivales en Europa y que, la pasada temporada, apenas conoció el sabor de la derrota en Premier. Nueve meses y medio después, ayer, en el partido de fase de grupos contra el Ajax, saltó al terreno de juego con el emblema de la Champions en su camiseta.
En el viaje de Williams seguro que siempre hubo una figura inspiradora. Un jugador holandés, un tipo alto y fuerte que había deslumbrado al mundo del fútbol hasta convertirse en el mejor defensa del planeta en apenas un par de temporadas desde su aterrizaje en Anfield y junto al que debutó en copa. La gravísima lesión de Virgil Van Dijk, sin embargo, le ha abierto las puertas. Eso, y Klopp, al que no le tiembla la mano a la hora de reconvertir jugadores y pulir diamantes cada vez que lo necesita, algo que ya le ocurrió con Alexander-Arnold, ahora sin duda también uno de los mejores en su demarcación.
Ayer, en la foto, apareció junto al técnico germano, el mismo que ya le hizo debutar en copa a finales de septiembre. Entonces, porque Williams todavía no ha podido pronunciar palabra, ya dejaba muestras de lo importante que está siendo este 2020 para él. “No sé cómo resumir lo que siento, estoy muy nervioso, obviamente, pero estoy ahora mismo muy contento. Se trata de lo que he estado persiguiendo siempre, es a lo que he dedicado todas las horas”, analizaba en la web del club. “El hecho de debutar junto a Virg me hizo sentir seguro, obviamente, y Klopp me dijo que no estuviera nervioso, que disfrutase de mí mismo y que jugase con mis compañeros. Ha sido el momento con el que soñábamos mi familia y yo desde que me uní al equipo con nueve años”.