HOLANDA
Migue asalta Groningen con Robben como traductor
Miguel Ángel Leal 'Migue' llegó este verano a Holanda y el exmadridista es el único del club que sabe español. Ahora atiende a AS antes de que el domingo juegue ante el Utrecht de Dalmau.
Pablo Marí, Aitor Cantalapiedra o Fran Sol son algunos de los últimos jugadores que han valido de la Eredivisie para dar el salto a un club más grande. Seguir su ejemplo es lo que intentará Miguel Ángel Leal (Vila-Real, 1997), conocido en el campo como Migue, quien ha llegado este verano al Groningen para probar suerte en una liga muy amable para los españoles.
Allí podrá vivir una experiencia nueva tras haber salido sólo una temporada de Castellón para jugar en el Murcia. El Groningen le pareció una buena opción desde el momento en el que era un club que llevaba preguntando por él diez meses. "Tenía ofertas de Segunda que no acaban de ser claras y antes que jugármela apurando el mercado me decidí. Vivir la experiencia de estar en otro país y en una liga trampolín era muy interesante", admite. Sobre sus planes, explica: "Los holandeses son equipos acostumbrados a mejorar jugadores y venderlos luego. Mi objetivo es madurar como jugador, aprender y, a partir de ahí, ver si vuelvo a la liga española o al primer equipo del Villarreal".
La barrera del idioma es, sin duda, la más difícil de derribar. Para ello le han puesto un profesor de inglés ("me defiendo") porque aprender una lengua tan complicada como el neerlandés desde cero está descartado. Mientras, usa a Robben para que le guíe. El exmadridista es la única persona dentro del club que sabe español y es su mano derecha dentro del vestuario frente a las charlas técnicas en neerlandés.
Un paso atrás contra el COVID
La Eredivisie fue la primera de las ligas más importantes en Europa en parar definitivamente y, de hecho, de las únicas que ha dejado a su edición 2019-20 sin campeón. En cambio, empezó esta temporada a principios de septiembre y admitiendo público en los estadios. Migue debutó ante 8.000 espectadores. "Mola, por fin, que haya aficionados y escuchar los cánticos", comenta.
Pero los malos datos han hecho retroceder a la organización y recurrir a la puerta cerrada en un país donde aún "no llega a ser obligatorio el uso de la mascarilla". "Ayer se decretó que se cerraría la hostelería durante dos semanas. Aquí la gente es más respetuosa o, al menos, más responsable y siguen a rajatabla las medidas del Gobierno".