El augurio que une al Espanyol de Moreno con el de Camacho
Un Espanyol-Mallorca (0-0) supuso el punto de inflexión para los pericos en su anterior andadura en Segunda: inició una racha de 22 jornadas invicto.
Tras un inicio espectacular, el 3-0 de la primera jornada ante el Albacete, el 0-0 del pasado fin de semana contra el Mallorca devolvió a tierra firma a un Espanyol, especialmente a los ánimos de su entorno, que mantiene lógicamente intactas sus aspiraciones en el único pero ambicioso reto de la temporada: el ascenso a Primera. Y puede mirarse el equipo de Vicente Moreno en el espejo del que, dirigido por José Antonio Camacho, cambió su destino después de empatar igualmente en casa y también sin goles ante el Mallorca.
Zozobraba aquel Espanyol de la temporada 1993-94, la anterior experiencia en Segunda, tras un inicio de lo más irregular, con dos victorias, dos empates y dos derrotas en sus seis primeros partidos. El 17 de octubre, en Sarrià, no le quedaba más remedio que tratar de enderezar el rumbo ante el Mallorca de los Prats, Pedraza, Milojevic o Juan Sánchez. Pero Toni, Eloy, Galiamin, Torres Mestre, Francisco, Korneiev y compañía fueron incapaces de pasar del empate a cero, lo que rebajaba a la escuadra blanquiazul hasta una preocupante decimosegunda posición en la tabla. Muy lejos del ansiado ascenso.
Sin embargo, aquel Espanyol 0 – Mallorca 0 supondría un histórico punto de inflexión. Desde entonces, enlazaría la plantilla de Camacho la friolera de otras 21 jornadas invicta, con un espectacular bagaje de 15 victorias y seis empates. O lo que es lo mismo, con 36 puntos sobre 42 posibles, habida cuenta de que los triunfos aún sumaban dos y no tres unidades como ahora.
Obviamente, aquella inmaculada racha de hace 27 años le sirvió al Espanyol para auparse hasta el liderato, que ya jamás abandonaría hasta ascender como campeón de la categoría con 52 puntos. Todo un ejemplo a seguir por este equipo que persigue exactamente la misma empresa. Y que parte, igual que entonces, con un 0-0 en casa contra el Mallorca.