Odegaard vuelve al trampolín
El Madrid inicia la defensa del título con el redebut del noruego en el escenario en que dio el gran salto. David Silva regresa a la Liga 3.792 días después.
La pandemia cayó a plomo sobre la Real Sociedad. Andaba en Champions cuando se interrumpió la pasada Liga, sufrió luego hasta el final para alcanzar la Europa League después de dos triunfos en las últimas once jornadas y hasta seis positivos por COVID han entorpecido notablemente su pretemporada. “El confinamiento nos sentó fatal”, se lamentó entonces Imanol Alguacil, un técnico de la casa que le dio la vuelta al equipo, al que tomó a tres puntos del descenso hace poco más de año y medio pero que esperaba un final más feliz el curso pasado. Como el Madrid, su verano ha sido a coste cero. Ha reconfigurado su plantilla con el regreso de algunos cedidos (Bautista, Merquelanz, Guridi, Sagnan…) y la llegada de David Silva por Odegaard, el galáctico del Madrid en esta nueva normalidad.
Odegaard debe ocupar el centro del escenario, aunque quizá no de salida. En principio estaba programado un segundo erasmus en San Sebastián, pero los efectos de la pandemia acabaron convirtiéndole en el único refuerzo noble del Madrid. En su temporada en la Real dejó nueve goles, once asistencias y la estampa de jugador cuajado, con jerarquía, listo para el despegue a sus 21 años, cinco después de su fichaje por el Madrid, que ya empezaba a comprar futuro. Pero Odegaard ha sufrido problemas físicos, no estuvo en el amistoso del martes ante el Getafe y a Zidane se le cuesta mover el trío Modric-Casemiro-Kroos, el centro del campo de la era imperial. Será su tercer partido con el Madrid. El anterior se remonta a noviembre de 2016, en choque copero ante la Cultural Leonesa. Tenía 17 años y casi todo por aprender. En cualquier caso está en la lista y su posible redebut es lo mejor del cartel junto a David Silva.
Silva, el regreso de un genio
El canario, cuyo positivo por COVID se conoció el mismo día de su presentación, lleva una semana entrenándose. Camino de los 35 años, es la primera piedra del nuevo proyecto. Volverá a jugar en la LaLiga 3.792 días después. No es el único futbolista que sale del túnel del virus. Oyarzabal y Januzaj, otros dos de los contagiados, ya jugaron 13 minutos ante el Valladolid. Hoy tendrán más recorrido. También está recuperado Monreal. Willian José, ex del Madrid y tras una cuarentena, se queda fuera. La Real también ha perdido a Zubeldia, su eje de rotación en el centro del campo. Le relevará Guevara, que no juega un partido desde el 10 de marzo por una lesión en el tobillo.
Al Madrid, que inicia la defensa del título, le ha pillado la semana mirando al mercado. La salida de Bale, que desde febrero había jugado 100 minutos y que no marcaba en la LaLiga desde hace más de un año, alivia la caja y las comparecencias de Zidane ante la Prensa. Y también limpia de candidatos la zona de ataque, que ha adelgazado mucho con las lesiones: Lucas Vázquez, Isco, Mariano, Asensio… Más Hazard, en su segundo verano en blanco. Ahora no le ve ni su seleccionador, Roberto Martínez. Huido Bale, el madridismo ya tiene con quién inquietarse. Empieza el curso quedándose en Madrid.
Vinicius, otra vez en el kilómetro cero
El belga es el tapón de Vinicius, cuya carrera viaja en montaña rusa. Para Zidane no ha echado la puerta abajo. Sólo fue titular en doce partidos de la pasada Liga y rodó varias veces desde la cima. Héroe en el triunfo ante el Barça, volvió al banquillo. Deslumbró en Anoeta y marcó ante el Mallorca en la pospandemia y volvió al banquillo. La regularidad y el gol (cinco en el curso pasado) son sus asignaturas pendientes, aunque parece más cerca de romper en crack que en bluff.
Hoy acompañará a Benzema por la izquierda. Por la derecha, como el curso pasado, casi todos son jugadores de paso, aunque Rodrygo, el de más gol, parece con una leve ventaja. Tampoco está descartado ahí Odegaard. Arriba sólo el francés es indispensable. Metió 27 goles el curso pasado y 30 el anterior. El último con Cristiano se quedó en 12. El martes le hizo cuatro al Getafe en un tiempo. Es la bandera del Madrid, casi siempre sin compañía.
El último duelo entre ambos aún esta caliente. Por el tiempo transcurrido (21 de junio) y por la polémica que lo envolvió. Estrada pitó un penalti a Vinicius, a Januzaj un línea meticuloso le anuló un gol por fuera de juego posicional de Merino que suponía el empate y Benzema hizo de inmediato el 0-2 en un control fronterizo entre el brazo y el hombro. Ganó 1-2 el Madrid mientras media Liga, encabezada por el Barça, cogía por la pechera al VAR en aquellos días. Los equipos han cambiado poco desde entonces y los estadios, que siguen vacíos, aún menos. Anoeta vivirá otro partidazo con silenciador.