Los torneos de verano en peligro de extinción: el Bernabéu...
Sergio Ramos y Casillas levantan el Trofeo Bernabéu tras ganar al Galatasaray en la 2011-12.

FÚTBOL

Los torneos de verano en peligro de extinción: el Bernabéu...

El trofeo del Real Madrid no se disputará este año, al igual que otros torneos históricos como el Teresa Herrera, el Colombino o el Gamper.

Los torneos de verano no pasan por su mejor momento. Llevan años languideciendo, en pro de grandes citas fuera de nuestras fronteras como la International Champions Cup (ICC) o giras por Asia. Una situación que se ha visto agraviada este año por la crisis de la COVID-19, en la que apenas ha quedado sitio para las puestas de largo de la pretemporada en el balompié nacional. Sólo el Trofeo Carranza (15 de septiembre) se mantiene vivo en un verano en el que el fútbol es menos fútbol, sin el jugador número 12 en las gradas. Sea cual sea la razón (el virus y la inexistencia de público o lo que muchos llaman el 'fútbol moderno'), los torneos de verano en España ya no son lo que eran.

Molina, Simeone, Toni y Pantic posan con el Trofeo Carranza en 1994.
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Molina, Simeone, Toni y Pantic posan con el Trofeo Carranza en 1994.

Atrás quedan tiempos en los que las grandes estrellas del fútbol mundial se paseaban por los rincones de España, con el festival de goles y el espectáculo asegurado. Quedan pocos supervivientes de aquello, con varios trofeos estivales desaparecidos como el Villa de Madrid del Atlético o el Villa de Sevilla, entre otros. Y, los que sobreviven, lo hacen a duras penas, sin el protagonismo y el prestigio de antaño, como son los caso del Trofeo Teresa Herrera (Deportivo), el Trofeo Naranja (Valencia), el Trofeo Ciudad de Palma (Mallorca) o el Colombino (Recreativo de Huelva), cuyos carteles no lucirán esta temporada a causa de la pandemia. Tampoco lo harán el Trofeo Joan Gamper o el Trofeo Bernabéu del Barça y el Real Madrid..

Sin ir más lejos, figuras como Pelé, Di Stefano, Cruyff, Puskas, Zico y Mágico González desfilaron en los partidos veraniegos del Trofeo Carranza, en el que llegaron a coincidir en un mismo encuentro los legendarios Pelé, Beckenbauer y Cruyff. Este año, el torneo gaditano cambió su formato, disputándose a partido único con un Cádiz-Atlético y sin público. El equipo rojiblanco defenderá su condición de líder en el palmarés del prestigioso trofeo andaluz, que ha levantado en 10 ocasiones. El Cádiz suma 8 títulos, mientras que Sevilla y Betis acumulan siete y seis, respectivamente. Otro dato a subrayar es que en su pasada edición, el trofeo se disputó sólo por equipos femeninos por primera vez en su historia, con la idea de dar más repercursión a su celebración. 

El Athletic Femenino, campeón del Trofeo Carranza en la pasada edición.
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El Athletic Femenino, campeón del Trofeo Carranza en la pasada edición.

También hubo grandes galas en el Trofeo Teresa Herrera, que no ha contado con tanta suerte y ha sido suspendido por la COVID-19. El torneo coruñés logró atraer a grandes equipos como el Santos de Pelé, el Madrid de Di Stéfano, de la Quinta del Buitre o de Cristiano Ronaldo, el Benfica de Eusebio o el Barcelona del Dream Team, entre otros. En el resto de torneos quedan algunas anécdotas cuanto menos curiosas. Un ejemplo de ello queda en el torneo de Palma de 1997 cuando el Flamengo de Savio goleó (0-3) a un Real Madrid que reafirmó su interés por el jugador brasileño, que pasó a vestir de blanco en el siguiente mercado invernal. 

La 'mini Champions' de verano

Lo cierto es que los torneos de verano tuvieron su época dorada entre los años 60 y 80. Entonces su disputa iba más allá que la puesta a punto de un equipo en pretemporada, con una gran exigencia de los aficionados que ahora sería impensable. Se trataban de encuentros que abrían el telón de la temporada con la puesta en escena de las estrellas de los mejores equipos del momento. Con una gran inversión de los organizadores, los torneos veraniegos eran para muchos los grandes acontecimientos esperados del verano.

El papel de la gran cita de la época estival ha pasado a ser estos últimos años de la Internacional Champions Cup, que también ha sucumbido ante la crisis del coronavirus. Y, con ella, ha caído también el Clásico Real Madrid-Barça que tenía previsto jugarse este verano en Las Vegas. El duelo, que estaba pendiente de ser confirmado por ambos clubes, no podrá reeditar el Clásico de 2017 (2-3, a favor del equipo culé) que se celebró en Miami. Esta cancelación supuso un nuevo revés económico para Madrid y Barça, que dejarán de percibir más de 15 millones de euros por la suspensión de este torneo. La 'mini Champions' en época estival también ha albergado el sonado derbi Real Madrid-Atlético, con goleada 3-7 para el cuadro rojiblanco, y se alza como el último gran torneo de verano, pese a que ahora está casi en bancarrota

El primer Trofeo Bernabéu pesó 65 kg

El 2 de junio de 1978, mientras los ojos se centraban en Argentina y en el Campeonato del Mundo que se estaba celebrando en el país argentino, una noticia recorrió todo el mundo deportivo: Santiago Bernabéu fallecía en Madrid. El presidente más grande que había elevado al Madrid hasta cotas inimaginables cuando fue nombrado en 1943. No en vano, bajo su presidencia, el conjunto blanco había ganado seis Copas de Europa (había jugado otras dos finales más), una Intercontinental, 16 Ligas, seis Copas y dos Copas Latinas en la sección de fútbol.

Los jugadores del Bayern levantan el Trofeo Bernabéu, cuyo diseño cambió para otras ediciones.

Los jugadores del Bayern levantan el Trofeo Bernabéu, cuyo diseño cambió para otras ediciones.

Relevado por Luis de Carlos, fue un socio compromisario el que pidió realizar un homenaje al gran presidente. De Carlos decidió organizar un torneo en el que participarán los tres mejores equipos europeos junto con el Madrid. Así se montó un torneo cuadrangular para homenajear al excelso presidente. Se invitó al Ajax, al Bayern de Múnich y al Milán, que en el verano de 1979 protagonizaron la primera edición del torneo. Los blancos se midieron al Bayern, que les derrotó por 2-1, mientras que el Ajax superó a los italianos desde el punto de penalti. La primera edición del Trofeo Bernabéu vio cómo los alemanes se llevaban el torneo al derrotar a los holandeses por 2-0. La sorpresa llegó al final, cuando se les hizo entrega de un trofeo que pesaba casi 65 kilos (de plata) y medía dos metros. Los jugadores bávaros tuvieron problemas para poder llevarlo a Múnich. Tiempo después se descubrió que estaba semioculto debajo de una escalera de las oficinas del cuartel general alemán.

En 1980, los alemanes se volvieron a llevar el torneo tras derrotar a los blancos en la final, pero más polémica fue la edición de 1981: en el encuentro por el tercer y cuarto puesto, el colegiado del mismo, Pes Pérez, expulsó a Rummenigge. También a Breitner y al entrenador, Uli Hoeness. Éste se dirigió a sus compañeros y todo el equipo del Bayern se retiró a los vestuarios. Tras una dura negociación, los directivos del Bayern decidieron que regresaban al campo siempre y cuando se permitía a Rummenigge volver a jugar o cambiaban al colegiado. No hubo acuerdo, y los alemanes se volvieron a Múnich sin cobrar lo estipulado. Fue en esa edición cuando los blancos lograron su primer título. Pero con un precio alto por pagar: la final la jugaban los blancos con el Dinamo de Tbilisi, y en un lance del juego, Ángel, un centrocampista duro (como los habituales en aquellos tiempos) segó la pierna de David Kipiani, un extraordinario jugador georgiano. La lesión le truncó la posibilidad de jugar el Mundial de España, cuando era un fijo para la selección rusa. Al Madrid le costó la negativa de las autoridades rusas de dar su visto bueno al fichaje de Blokhin por los madridistas...

Por aquel entonces, el trofeo también lo jugaban equipos de categorías inferiores, casi siempre los juveniles. En ese 1981, un joven Emilio Butragueño comenzaba a despuntar, y fue citado para participar en el torneo: debutaría con el primer equipo en febrero de 1984. Tras cuatro años de dominio blanco (superando al Standard de Lieja y a tres alemanes: Colonia, Hamburgo y Bayern (se sacó la espina en un partidazo espectacular), la edición de 1986 fue seguramente la más brillante por los participantes: lo disputaron el Real Madrid (campeón de la UEFA), el Steaua de Bucarest (campeón de Europa), el Dinamo de Kiev (campeón de la Recopa) y el Anderlecht (campeón de la Liga belga). Lo ganaron los ucranianos con una remontada espectacular, un juego fluido, veloz y vertical que recordó a la final en la que desarbolaron al Atlético de Madrid.

Partido entre el Real Madrid y el Palmeiras el 31 de agosto de 1994 en el Trofeo Bernabéu.
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Partido entre el Real Madrid y el Palmeiras el 31 de agosto de 1994 en el Trofeo Bernabéu.

La mayor goleada se la llevó el Millonarios, en un homenaje a Alfredo Di Stéfano en 2012, pero seis se llevaron el Everton, en 1987, y el Colo Colo, en 1991: el primero fue el principio de Beenhakker como técnico blanco. Fue, además, un augurio del fútbol que desarrollaría el Madrid con pases al hueco, rompiendo al espacio, con juego tanto por bandas como por el interior. El segundo fue el reencuentro del seleccionador croata Mirko Jozic con uno de sus pupilos, Robert Prosinecki: sería una de sus grandes actuaciones con la camiseta blanca antes de que las lesiones irrumpieran para mal en su trayectoria madridista. También hubo época mala: en 1988 y en 1990 fue el Milán quien se llevó el torneo. En 1992 fue el Ajax (tremenda exhibición de Wim Jonk y Bergkamp) y un año más tarde fue el Inter quien sorprendía a los blancos, ganando desde la tanda de penaltis.

La edición de 1994 fue un colosal encuentro de fútbol entre el Madrid de Valdano (habían llegado Redondo, Laudrup...) y el Palmeiras de Roberto Carlos y Rivaldo. Fue un choque formidable para el espectador que descubrió varios talentos brasileños. Al año siguiente se produjo un hecho curioso: estaba acordado que fuese el Ajax quien acudiese a disputar el torneo, pero en el sorteo de la Champions tocó ese mismo enfrentamiento. La UEFA dio permiso a que se jugase el encuentro si no había inconvenientes, disputándose el encuentro. Ganaron los blancos por la mínima, pero en la competición europea fue otro cantar.

El Trofeo Bernabéu cae en el olvido

Raúl, Cristiano Ronaldo y Kaká en un Trofeo Bernabéu en 2013.
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Raúl, Cristiano Ronaldo y Kaká en un Trofeo Bernabéu en 2013.

A partir de ahí el trofeo fue perdiendo calidad debido a los equipos participantes. Fue en 2002 cuando se volvió a organizar un trofeo con cuatro participantes: se cumplía el centenario del club blanco, y a la presencia de Figo y de Zidane se unieron el Bayern, el Milán y el Liverpool. Ganaron los germanos en una final muy reñida y peleada. También perdería en 2004 ante el Pumas que dirigía Hugo Sánchez: es la única victoria de un equipo no europeo.

Sin embargo, el apretado calendario ha hecho que poco a poco el Trofeo Bernabéu haya caído en el olvido: no se ha celebrado ni en 2014, ni en 2019 ni en el 2020. En la primera ocasión se señaló al calendario como motivo para no celebrarlo, mientras que en las últimas dos han sido las obras de reforma del estadio Bernabéu la causa de su no celebración. La más emotivas han sido desde 2013: entonces los blancos recibieron al Al Sadd donde militaba Raúl, que jugó una parte con cada equipo, mientras que desde 2016, se ha jugado con los equipos que disputaron las finales europeas hace 60 años: el Stade de Reims (2016 y finalista en 1956), la Fiorentina (en 2017 y finalista en 1957), el Milán (en 2018 y finalista en 1958). Esa ha sido la última edición hasta el momento. Pero mientras se espera su regreso, sólo cabe gritar ¡Larga vida al Trofeo Bernabéu!

El Carranza, pionero en utilizar penaltis

Cartel del Trofeo Carranza en 1971
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Cartel del Trofeo Carranza en 1971

Según detallan los historiadores, las tandas de penaltis para decidir el ganador surgieron en los trofeos de verano. Y, pese a que siempre se ha afirmado que la VIII edición del Ramón de Carranza, disputada el 2 de septiembre en 1962, fue la primera en acabar con la moneda al aire en España, lo cierto es que hay estudios que demuestran que hubo otros torneos que pusieron en marcha esta técnica de desempate. Según el Centro de Investigaciones de Historia y Estadística del Fútbol Español (CIHEFE), ese mismo día ya se utilizó la misma fórmula para decidir el campeón en el Torneo Concepción Arenal, entre el Betis (vencedor) y el Deportivo, en Ferrol, y se tomaron en cuenta los penaltis en el campo de La Granja de A Coruña para dilucidar el Trofeo La Victoria, que ganó el Vioño.

Dejando a un lado el debate de quién fue antes, cabe destacar que si no fue el primero, el Carranza se impone como uno de los pioneros en utilizar la tanda de penaltis. Fue Rafael Ballester quien ideó en 1962 que la solución en caso de empate quedaría en manos de los penaltis, tirando cinco cada equipo de manera consecutiva y no alternando como ahora. Este periodista del Diario de Cádiz instauró así las bases de una técnica que perdura hoy en nuestros días, tras ser requerido por la organización del Trofeo Carranza, también conocido popularmente como el Trofeo de los Trofeos y que se fundó en 1955 con motivo de la inauguración del estadio gaditano.

El Teresa Herrena, el decano

Casillas y Kaka levantan el Trofeo Teresa Herrera en 2013.
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Casillas y Kaka levantan el Trofeo Teresa Herrera en 2013.

Poco antes del Trofeo Carranza nació el Teresa Herrera (1946), que ostenta la distinción de ser el torneo amistoso más antiguo de España. Organizado por el Depor, que no participaría en él hasta 1955, nació con un fin benéfico. De ahí su nombre, que hace honores a la coruñesa Teresa Herrera, que dedicó su vida a ayudar a los más desfavorecidos. Choca con esta idea el valor económico de su trofeo, que conjuga en un binomio mágico la joyería coruñesa y la platería compostelana. El resultado, una insignia que alcanza los 40 kg. y que mezcla oro y plata. "Ninguno de los trofeos oficiales que culminan las más longevas competiciones puede presumir de tantas y tan originales características. De hecho, en los tiempos del más puro materialismo la elaboración de semejante trofeo de forma anual y para una competición amistosa puede semejar un capricho. Pero en este caso no lo es, porque el Teresa Herrera no sólo forma parte de la historia de la ciudad, sino que es viva esencia de la misma y en ello estriba la clave de su perdurabilidad", destacan desde el club gallego, que detalla cómo se realizó el trofeo del cincuentenario: 2.400 horas de trabajo; 7,4 kilos de oro y 32,7 de plata. Se dice que en una hipotética puja el citado trofeo podría rondar el millón de euros. Hay que destacar también que el Depor domina el palmarés con 22 títulos, seguido por Madrid (9), Atleti (6) y Barça (5). 

Trofeo Colombino en 2017: Recreativo de Huelva-Getafe.
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Trofeo Colombino en 2017: Recreativo de Huelva-Getafe.

Del decano de los trofeos al Decano del fútbol español: el Trofeo Colombino, organizado por el Recreativo de Huelva desde 1965. El torneo, cuyo premio es un barco carabela en plata, celebró su primera edición coincidiendo con las Fiestas Colombinas de la ciudad onubense teniendo como participantes al Genoa, el Racing de París y el Recreativo de Huelva, que son los equipos más antiguos de Italia, Francia y España. En los últimos tiempos, su prestigio ha decaído en gran medida y ahora su disputa apenas ha sonado o no se ha llevado a cabo, como es el caso del presente verano.

El Barça no se vestirá de largo para el Trofeo Gamper

Ronaldinho posa junto a Puyol en el Joan Gamper de 2009.
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Ronaldinho posa junto a Puyol en el Joan Gamper de 2009.

El Trofeo Joan Gamper ha servido durante años como la gran puesta en escena del nuevo Barça en cada pretemporada. El equipo azulgrana, que no lucirá ante su afición este año por la COVID-19, exhibía a sus nuevas estrellas y sus títulos conseguidos durante la temporada. Un hecho que dejó anécdotas como en la que Puyol le entregó a Ronaldinho, que acababa de fichar por el Milan, la Liga conquistada por el Barça para que posara con ella ante su exafición, y con la camiseta de la escuadra italiana.

No ha sido la única historia que nos ha dejado del Gamper, en el que sólo doce equipos lograron robar cierto protagonismo al Barça con una victoria visitante. Una de las más sonadas fue la de 1993 del Tenerife, que se impuso por 1-3 al equipo catalán y fue ovacionado por la hinchada culé. El equipo canario fue invitado al trofeo azulgrana en agradecimiento por ser el artífice indirecto de la consecuención de los dos títulos de Liga del Barça en 1992 y 1993. Ambos campeonatos se decidieron a favor del equipo catalán después de que el Real Madrid perdiera en el Heliodoro Rodríguez López por 3-2 y 2-0, regalando el título al Barça, que no falló en el Camp Nou frente al Athletic (2-0) y la Real Sociedad (1-0). Un hito histórico al que se le conoce como 'Las Ligas del Tenerife'.

El Trofeo Villa de Madrid, desaparecido

Futre levantando el Villa de Madrid tras su redebut con el Atlético

Futre levantando el Villa de Madrid tras su redebut con el Atlético

Por último, hay que recordar al prestigioso trofeo veraniego del Atlético de Madrid: el Villa de Madrid. El torneo rojiblanco se fundó en el año 1973 y se jugó hasta 2003, en el partido ante Boca que sirvió para que Perea recalara en el Manzanares. Ese año, además, fue un torneo especial, ya que coincidió con el Centenario del club. Jesús Gil siguió con la tradición y con el trofeo, que se fundó bajo la presidencia de Vicente Calderón. En 1999 y 2001 no se disputó, pero Gil no le dejó morir. Precisamente el final del torneo coincide con el fallecimiento del ex presidente. En 2004 se celebró con el nombre de "Trofeo Hellboy", cambiando su nombre por motivos comerciales y no volviéndose a organizar desde entonces. El máximo campeón del Torneo es el Atlético con 18 victorias, seguido de lejos por el Milan, que suma tres títulos del extinto trofeo, al que se teme que puedan seguir otros torneos de verano del fútbol español...

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