Odegaard, único fichaje
El noruego formará parte de la primera plantilla cinco años después de su fichaje. En un lustro su precio se ha multiplicado por once: de cuatro a los 45 que vale ahora.
Los jugadores acaban de saltar al campo 1 de Valdebebas. Es el primer entrenamiento de la pretemporada. Trabajan desperdigados, como indica el protocolo anti-COVID de LaLiga. De entre todos sobresale una la figura de un rubio nórdico. "Tiene hechuras de jugador top", exclama un veterano empleado de la entidad contempla la escena. Él también estaba allí cuando Odegaard acababa de fichar e hizo historia al convertirse, de la mano de Ancelotti, en el futbolista más joven de la historia del Madrid en debutar en Liga. Contaba 16 años y 156 días cuando sustituyó a Cristiano ante el Getafe. Era el mes de mayo de 2015 y era otro Odegaard. Un niño precoz con mucho por demostrar. Hoy, cinco años después, Odegaard es uno de los centrocampistas más solventes del campeonato de Liga.
En enero de 2015 el Madrid se impuso a Bayern y Arsenal en una dura puja para fichar a aquel joven por hacer de 16 años recién cumplidos. Bastaron cuatro millones, pero tuvo que darle dos netos de sueldo al jugador. Cinco años después, Transfermarkt le da un valor de 45 millones. Ahora es el 'único fichaje' de un Madrid en transición, la única cara nueva de un proyecto condicionado por la crisis económica resultado del coronavirus en la que la prioridad es vender para asegurar la viabilidad de la entidad.
Que Odegaard está en su punto exacto de cocción para jugar en el Madrid es evidente. Fue el centrocampista de LaLiga, con un 62%, que lideró el índice de participación en las jugadas de gol de su equipo, y fue el que más pases completó en el área rival. Marcó siete goles y dio nueve asistencias... Las prestaciones del noruego se aproximaron mucho la pasada campaña a las de Kroos. Su media de recuperaciones (un balón cada 14 minutos de Kroos por uno cada 15' de Martin), de remates (uno cada 42' frente a cada 49'), de disparos a puerta (cada 128' y cada 134') y de ocasiones creadas (cada 32' del ex del Bayern y Odegaard cada 36') son muy similares y mejoran los datos de Modric y Valverde.
La palabra "precocidad" es la que ha dominado la carrera del futbolista noruego que fue en uno de los que Florentino depositó más esperanzas. A sus 21 años, ya ha completado Odegaard cuatro temporadas completas en la élite, dos en el Heerenveen, una en el Vitesse y la que le ha confirmado en la Real. En Zubieta es donde ha encontrado el escenario perfecto para desarrollarse. Su deseo era haber estado una campaña más cedido allí, donde tenía asegurado disputar un alto número de partidos (36 jugó de la mano de Imanol). Pero las exigencias del guion del Madrid, que cayó con estrépito en la Champions, han obligado a un cambio de planes. Ahora será labor de Zidane gestionar una transición dulce entre Modric (34 años) y el noruego.
Moldeado para el éxito.
"Odegaard es casi como un robot; está preparado para jugar en el Real Madrid", dijo hace sólo unas fechas Leonid Slutski, el que fuera su entrenador en el Vitesse. El aumento de masa muscular en el joven jugador no es una casualidad, sino el fruto de una estrategia programada. Este verano, por ejemplo y mientras sus compañeros disfrutaban de la playa, él estuvo trabajando en altura en el CAR de Sierra Nevada.
Pero si alguien ha sido importante en la carrera del futbolista ha sido, sin duda, su padre, al que el Madrid incluyó como técnico de la cantera nada más fichar al centrocampista. Hans Erik educó futbolísticamente a su hijo en el estajanovismo, en la ética del trabajo. "Hay tres factores clave: entrenar mucho, entrenar bien y entrenar por el camino correcto. Y Martin ha hecho todo esto…", dijo cuando su hijo debutó con la absoluta de Noruega, con la que ya ha disputado 22 partidos. Cinco años después de su sonado fichaje por el Madrid, Odegaard es también una realidad para Zidane.