El Inter de Mourinho, el último gran campeón italiano de Europa
Desde que el Inter de José Mourinho ganase la Champions League de 2010 contra el Bayern en el Santiago Bernabéu, ningún equipo italiano ha vuelto a ganar un título europeo.
Diez años. Desde el 22 de mayo de 2010 en la Champions League del Santiago Bernabéu a, quien sabe, si el 21 de agosto de 2020 en la Europa League del Stadion Köln. Cierto es que hay una gran diferencia, la del título. Sin embargo, puede pasar a ser un detalle de lo menos importante si se tiene en cuenta que, durante una década entera, el fútbol italiano ha estado de sequía en cuanto a victorias europeas se refiere.
Desde entonces, ha dado tiempo a que ocurran mil y una cosas en el mundo del balompié. Entre ellas, que el Sevilla, su rival en la final, ganase hasta tres Europa League (2014, 2015 y 2016). O que lo más cercano que ha estado el Calcio durante estos años han sido los dos subcampeonatos de la Juventus en la Champions League (2015 y 2017) o las semifinales de Europa League del Nápoles en 2015, donde cayó contra el ya extinto Dnipro.
Un triplete para la historia
Lo cierto es que, si a la Juventus siempre se le ha podido criticar algo, es su incapacidad de expandir su monopolio de la Serie A a la Champions League. Algo que, en cambio, sí consiguió un Inter histórico. El que fue el último gran campeón fuera de las fronteras italianas a lo largo y ancho del viejo continente. José Mourinho llegó en 2008, y ya en su primera temporada como ‘nerazzurro’ alzó el ‘Scudetto’ y la ‘Supercoppa’ de Italia.
Sin embargo, lo mejor estaba por llegar. Su segundo año a los mandos comenzó con la marcha de un jugador clave como Zlatan Ibrahimovic, ‘capocannoniere’ de la pasada campaña con 25 goles. Sin embargo, la venta del sueco al Barcelona no fue ningún drama, ya que, a cambio, el Inter recibió 69 millones de euros más Samuel Eto’o. Además, en ese mismo mercado se movieron como pez en el agua para hacerse con otros jugadores como Wesley Sneijder, Diego Milito (fundamental en la final de Madrid), Thiago Motta o Lúcio. Todos ellos sumados a un potente elenco conformado por Júlio César, Maicon, Chivu, Javier Zanetti, Esteban Cambiasso o Goran Pandev.
¿El resultado? Un triplete histórico, el primero que logró (y ha logrado) un equipo italiano. Como no, repitieron plato conquistando un nuevo ‘Scudetto’ (su 18º y último hasta la fecha) y, en esta ocasión, la ‘Coppa’, superando en ambos títulos a una muy competitiva Roma. En Serie A se impusieron por solo dos puntos, hasta una agónica última jornada donde el Inter venció por 0-1 en su visita al Siena gracias al gol de Diego Milito. Mientras que, diez días antes, derrotaron a la ‘loba’ por 1-0 con otro tanto, como no, de ‘El Principito’.
No obstante, faltaba la guinda al pastel. El Inter llevaba desde 1965 sin ganar una Champions League (también conquistaron la de 1964). Mientras que la última vez que levantaron un trofeo europeo fue la Copa de la UEFA de 1998, cuando golearon por 0-3 a la Lazio con goles de Zamorano, Zanetti y Ronaldo Nazario. Por ello, que mejor que estrenar su palmarés continental del Siglo XXI que con otra Copa de Europa.
Pero para llegar a esa final de Madrid, tuvieron que, además de pasar una sufrida fase de grupos, eliminar a Chelsea, CSKA de Moscú y Barcelona. A estos últimos en una memorable vuelta de semifinales, tanto por el acercamiento de Mourinho a, precisamente, un azulgrana y exinterista Ibrahimovic cuando Guardiola le daba una serie de instrucciones. Y, por otro lado, por la aparición de los famosos aspersores del Camp Nou cuando el Inter celebraba su pase a la final.
Por tanto, con dos títulos en el casillero, faltaba un tercero para lograr el trébol. En la final del Santiago Bernabéu (paradójicamente el futuro hogar de José Mourinho) aguardaba el siempre temido Bayern de Múnich, esa vez dirigido por Louis van Gaal con figuras como las de Lahm, Schweinsteiger, Van Bommel, Robben o un emergente Müller.
“Conformamos un grupo que realmente quería ganar la Champions League”, esas fueron las palabras de un Diego Milito tras la conquista del Santiago Bernabéu. El argentino, que ya fue decisivo en los triunfos del ‘Scudetto’ y la ‘Coppa’ con dos goles, también emergió en aquella noche de Madrid con un doblete. Primero marcando el 1-0 en una jugada de apenas tres pases: envío en largo de Júlio César, Diego Milito la bajó de cabeza para Sneijder, quien, a su vez, devolvió la pared al argentino filtrando un pase a la espalda de la defensa para que ‘El Principito’ hiciese el primero. Y, luego, en la segunda mitad fulminó el duelo con un maravilloso desafío individual, en el cual rompió a van Buyten con un quiebro hacia dentro y, postreramente, clavar el balón en el palo largo.
De ese modo, el Inter puso el broche de oro a una temporada histórica y, a la vez, marcó un antes y un después en el Calcio. Ese título de los ‘nerazzurri’ con la Champions League fue el último título europeo que logró un equipo italiano. Diez años, una década entera para un país como Italia, son muchos. Tanto que ha sido un fútbol que ha pasado una de sus peores épocas a nivel futbolístico. Y si vamos más allá, de ganar la Europa League, sería la primera del Siglo XXI, ya que hay que remontarse hasta 1999 con la Copa de la UEFA del mítico Parma. Por ello, el Inter vuelve a tener en sus manos situar al Calcio en el centro del panorama europeo y, a la par, acabar con una sequía de títulos continentales que se han repartido entre equipos españoles, ingleses y alemanes.