ESPANYOL - LEVANTE
La salvación va por fases
El Espanyol está obligado a ganar para no descabalgarse. El Levante la tiene a un triunfo. Vuelve Roger, mientras que De Tomás no levanta cabeza.
En el termómetro de la escalada liguera, representan Espanyol y Levante dos ejemplos antagónicos de cómo afrontar un mismo objetivo (sigue el partido en directo en AS.com). Los pericos, que han reanudado el campeonato con una victoria contra diez y un empate con diez, necesitan ganar sí o sí para no descabalgarse de la lucha por la permanencia. En el caso de los granota, que cuentan por empates sus dos jornadas, nada menos que ante Valencia y Sevilla, una victoria es justo lo que precisan para dormir tranquilos y asegurarse virtualmente un año en Primera.
Puede notarse o no esa diferencia de hambre hoy en el RCDE Stadium, a la que además el Espanyol añade ahora una mezcla de orgullo, resentimiento y despecho por la sorprendente expulsión de Bernardo, el martes ante el Getafe, la genuina gestión del resto del partido y los dos partidos que le han caído al central (ratificados por Apelación) cuando esperaban el perdón. Cuenta Abelardo con dos opciones para suplir al colombiano, autor del único gol en el Levante-Espanyol de la primera vuelta: dar entrada a Calero o atrasar a David López, como hizo en el Coliseum, y situar a Iturraspe o Víctor Sánchez en el mediocentro. En el banquillo aguardará, en su primera convocatoria liguera, el joven Nico Melamed, de 19 años.
En esa medular se juegan también las eventualidades de Paco López, quien barrunta situar a Gonzalo Melero en lugar de Rubén Rochina, sancionado con cinco amarillas. Pero el técnico del Levante, a diferencia del blanquiazul, tiene buenas noticias en la delantera. Recupera a Roger Martí, cumplido su partido de castigo el pasado lunes y dispuesto a seguir añadiendo goles a los 11 que anotó antes del parón.
No corre la misma suerte Raúl de Tomás, baja por segunda jornada consecutiva por los efectos de una tendinitis que atemoriza al Espanyol al completo en este tramo decisivo y vertiginoso. Tanto, como el juego directo de ambos equipos. Y más directa pretenden que sea su marcha a la permanencia.