El Leganés añora los goles de Braithwaite, En Nesyri… y Sabin

Javier Aguirre es sincero. “Profundidad, sí, pues claro que nos falta profundidad. Ya nos costaba hacer gol con dos jugadores que no están, ahora nos cuesta un poco más”, decía el técnico mexicano en la previa de la visita al FC Barcelona. El discurso, sin usarlo como excusa, es una constante en las comparecencias Vasco, que recuerda de dónde viene este Leganés al que le cuesta un mundo marcar, más aún tras esas salidas. La de Braithwaite. La de En Nesyri. Pero éstas no fueron las únicas.

El adiós de Sabin Merino, previo a este maratón de espantadas, también mermó el potencial ofensivo blanquiazul. Ahora, mientras el de Urdúliz se hincha a marcar goles con el Deportivo de la Coruña, el Leganés se desespera por apenas contar con pólvora en su ataque.

Cinco goles en diez partidos

Sabin suma ya cinco goles en apenas diez partidos disputados con el Depor en Liga. El último, ante el Oviedo, espectacular. Una chilena escorada que superó en el Tartiere a Andriy Lunin, su ex compañero en el Leganés. Los otros cuatro fueron de metralleta. Los anotó en un inicio frenético de su llegada a Riazor. Cuatro partidos, cuatro goles. Seguidos y clave para que el Depor aún respire. Cuando llegó, el enfermo estaba grave, muy grave.

Su salida del Leganés se produjo apenas dos días antes de que la sorpresa restallara en Butarque con la marcha de En Nesyri, la primera que golpeó el ánimo de los pepineros durante el mercado invernal. Cuando el Leganés lo dejó marchar, Aguirre tenía en plantilla al propio En Nesyri y a Braithwaite, además de a Carrillo. Por eso apenas contaba con un Sabin que, bajo el mando del Vasco, sólo disputó un encuentro. Fue ante el Andorra en Copa.

Tampoco Pellegrino le dio bola pese a que en pretemporada se desató con el gol y fue el máximo artillero blanquiazul. Pero sus méritos no sirvieron. El Flaco siempre priorizó a Braithwaite y En Nesyri hasta que fue demasiado tarde. En el derbi ante el Getafe, último partido del argentino en el banquillo, Sabin ejerció de titular por delante precisamente de dos delanteros a los que su suplencia no sentó bien.

Del overbooking al vacío

Ante este panorama, en Butarque entendieron que no había problema en dejarle marchar. “Nosotros aguantamos el tema de Sabin varias semanas. Pero ya viendo lo de Youssef, que estaba cerca de renovar, que teníamos a Braithwaite, que teníamos a Guido, que teníamos contactos con Assalé… era demasiada gente en ataque. Además, el cuerpo técnico, tanto Aguirre, como Pellegrino, no habían contado demasiado con él”, admitió Txema Indias, director deportivo del Leganés, en As.

Ahora, con la perspectiva del tiempo, la salida de Sabin quizá se hubiera gestionado de otra forma. Pero entonces, nadie atisbaba el peligro de perder a En Nesyri y, sobre todo, de perder a Braithwaite fuera de mercado. En el futuro la lección seguramente influya en la gestión de unas salidas han hecho mucho daño al Leganés. La de Merino, también.