Villalibre frustra al Eibar

Es lo que tiene el nuevo fútbol. Al que le guste, que lo tome y al que no, que sepa que acabará en la hoguera del olvido. En Ipurua, un campo amante de las tradiciones, del fútbol de siempre y de la sirena que llama a la batalla en cada jornada, se vio en la grada a un entrenador con la mascarilla, mal colocada por cierto, tras ser expulsado, un árbitro pitando dos penaltis tras ver una pantalla a pie de campo, seis minutos de prolongación y un estadio habitualmente bullicioso, esta vez mudo. Los espectadores se reparten por las torres de vivienda de los aledaños.

Todas estas nuevas pautas solo pusieron la cosmética en un derbi de locos. La sustancia fue la de costumbre: maltrato absoluto al balón. El infierno de la clasificación ha llamado a la puerta armera y el equipo se ha remangado con su fútbol de choque y centros al área para la pelea de los dos puntas. El Ahletic pudo salvar el empate gracias a un buen comienzo y un churro de Villalibre en el minuto 81. Durante más de media hora asistió impotente a ese fútbol que propone el impetuoso Mendilibar, que vio la roja por lanzar juramentos y es el líder en expulsiones en Primera en el presente siglo: 11 veces se ha ido a la grada.

El equipo rojiblanco cometió el mismo delito que el domingo contra el Atlético: salió atento, marcó su golito y se dejó empatar en un pestañeo. Escalante protagonizó ese error tan frecuente en muchos partidos: en un zapatazo lejano se giró y la bola le dio en el brazo, en posición antinatural. El penalti, revisado a pie de campo por Prieto Iglesias, lo lanzó medio mordido Raúl García, ajustado al poste derecho de Dmitrovic. El VAR parecía tener problemas de imagen.

El derbi tenía gracia, profundidad y ritmo, pero era más apto para segundas jugadas que para los violines con la pelota jugada. Empataron los armeros tras una colección de despropósitos tanto en defensa como en ataque: estuvieron extrañamente blandos Capa, Yeray e Iñigo Martínez, y le pegó con tara Pedro León y remató a la red con la nariz Kike García, que acabó sangrando. El ritmo bajó a la media hora, coincidiendo con la pausa para refrescarse. Y a partir de ahí, emergió un Eibar en su salsa.

Garitano se ciñó al guion habitual. Señaló a Córdoba en el descanso y sacó a Williams, que se había olvidado de la titularidad 50 partidos después. El Athletic parecía que se iba entonando, dándole ritmo a la circulación, pero fue llegar el gol de Raúl García y quedarse fuera de encuadre. Encontró una alambrada para encontrar a Muniain o progresar por la banda, mientras los azulgrana exprimían esos costados, con Cote especialmente. Subieron el dominio, volcándose por la derecha, y metieron a los medioscentros rojiblancos cerca del balcón de su área. Un penaltito de Dani García a Escalante, por agarrón cuando no tenía ganada la posición, sirvió para el 2-1 con transformación de Orellana.

El cuadro bilbaíno era pura impotencia en un paisaje tan físico. Raúl no enganchaba juego en punta y Williams apenas encontró el hilo, le llegaba el balón muy ‘sucio’. Garitano puso a Lekue para frenar las internadas de Cote y optó por un 4-4-2 con Villalibre e Iñaki a la aventura. En semejante colección de errores, Arbilla despejó mal y se desajustó su equipo. Un balón posterior centrado por Dani García le llegó a Villalibre nada más salir. Percutió como siempre al primer toque, con la rodilla, en el colmo de la acrobacia, y empató el derbi. Quique González la tuvo en el sorbo final, pero su balón se fue fuera por poco.

Garitano

El entrenador del Athletic, Gaizka Garitano, valoró un empate en Eibar que permite a su equipo seguir con opciones de clasificarse para competición europea, aunque reconoció que es necesario "sumar de tres en tres". "Venimos de empatar ante el Atlético, actualmente uno de los mejores equipos del mundo, que le ganó al Liverpool, y hoy hicimos una gran primera parte. Luego bajamos en la segunda, pero veo bien a mi equipo", declaró tras el encuentro.

"Estamos hablando de un objetivo difícil de conseguir (Liga Europa) porque hay que sumar de tres en tres y sólo hemos sacado dos empates seguidos. Tenemos que conseguir más", reiteró. Destacó que jugar en Ipurua "siempre es así de complicado" y que a sus jugadores "les costó llegar arriba".

Garitano lamentó que su equipo no centrara más balones al área local, algo que sí hizo el Eibar, y recordó que el segundo gol rojiblanco llegó precisamente en un balón colgado que aprovechó Asier Villalibre.

No escondió que el Athletic "venía a por el partido" y así planteó el choque, pero no se mostró decepcionado por llevarse sólo un punto tras recordar que Quique González pudo hacer el tercer gol en el último minuto para los armeros.

Andoni Azkargorta

El segundo entrenador del Eibar Andoni Azkargorta compareció ante los medios tras la expulsión de José Luis Mendilibar en el partido ante el Athletic de Bilbao y señaló no tener "ni idea" de las razones por las que tuvo que abandonar el campo el primer técnico armero. "Ni siquiera Mendilibar sabe qué es lo que ha dicho. Estábamos pidiendo un agarrón a Kike García en su área y le ha expulsado el cuarto árbitro", relató Azkargorta en la sala de prensa de la Sociedad Deportiva Eibar.

Azkargorta, ya en su análisis del partido, lamentó el poco tiempo que transcurrió entre el segundo gol eibarrés y el empate del Athletic, logrado por Asier Villaverde instantes después. "El equipo está tocado porque ha sido una pena que el empate lo lograrán tan rápido, justo cuando nosotros estábamos muy cómodos y el punto nos sabe a poco", se lamentó el preparador guipuzcoano.

Las opciones de permanencia del Eibar crecen con este empate, a juicio de un Azkargorta qué dijo estar "muy tranquilo" porque su plantilla "está compitiendo muy bien y si seguimos así estaremos cerca de lograr el objetivo".

"Sumar un punto siempre está bien y nosotros lo damos por bueno, porque ayer algunos equipos que están abajo no consiguieron sumar y además hoy la victoria pudo caer para cualquiera de los lados", comentó avanzada su comparecencia el segundo técnico del Eibar.

Respaldó su tesis con el recuerdo de "los 45 minutos muy buenos que hicimos ante el Real Madrid" y también por "la imagen mostrada ante un Athletic que siempre es muy competitivo, aunque si no han hecho más es porque hemos sabido neutralizarlo".