A puerta cerrada y en obras
Osasuna vuelve hoy a casa. Actualmente sólo la zona de tribunal alta de El Sadar viste con asientos, los otros tres lados del campo están prácticamente derruidos.
Más de tres meses después, Osasuna volverá a jugar hoy en El Sadar. Lo hará a puerta cerrada, como todos los equipos, pero con el añadido de el feudo rojillo se encuentra en plenas obras de remodelación y actualmente sólo la zona de tribunal alta viste con asientos, los otros tres lados del campo están prácticamente derruidos.
Las estructuras de hormigón están casi terminadas, con seis de las ocho esquinas del estadio concluidas. Y están en construcción los espacios para palcos y baños en la zona más alta del campo y las escaleras ya suben hasta los doce metros. Está previsto que durante las dos próximas semanas se concluyan las dos equinas de hormigón que restan en el fondo norte y antes de acabar el mes el estadio comenzará a crecer con las nuevas estructuras metálicas.
Las obras del feudo rojillo comenzaron al finalizar la pasada temporada y la idea es que estén terminadas para el aniversario rojillo, que cumplirá 100 años el próximo 24 de octubre. Todo apunta a que será posible, pese a que el trabajo tuvo que parar durante días debido a la pandemia del COVID-19. La obra convertirá el estadio pamplonés en uno mucho más moderno y con más capacidad aunque no perderá su esencia y las gradas continuarán estando muy pegadas al verde.