Las variables del nuevo fútbol: enfados, indultos, errores...
Además de jugar sin público, LaLiga ha dejado imágenes imprevistas y circunstancias a tener en cuenta en la primera jornada de la nueva normalidad.
El fútbol español ha vuelto y dista mucho del que acompañó a los aficionados durante las 27 jornadas iniciales. La ausencia de público quizás es la imagen más drástica, pero en las extrañas circunstancias que se unen al deporte rey hay otras muchas variables a tener en cuenta. En los diez partidos se vieron una serie de matices, algunos totalmente imprevistos, que pueden jugar un papel crucial. También curiosidades, que jamás se verían si la pandemia no hubiese cambiado el modo de afrontar la competición que se tenía con anterioridad.
Cada contacto es un riesgo
La imagen dio la vuelta al mundo. Un espontáneo saltó al césped de Son Moix ¡en un partido a puerta cerrada! El chaval, posteriormente, presumió de su irresponsable acción: "Ha sido una experiencia guapa". La escena provocó las risas de los futbolistas a pie de campo y fue muy comentada en redes sociales. Más allá de eso, se lanzó al aire una pregunta que ha podido romper el rumbo de LaLiga: ¿qué hubiera pasado si el chico padecía el coronavirus?
Los futbolistas mueven masas, pero ahora deben tener más cuidado que nunca. Adiós a las fotos, adiós a los autógrafos... La nueva normalidad no es igual que la normalidad anterior. Que se lo digan a Semedo o a Jovic. En sus casos, por fortuna, se quedó en una anécdota. Lo del espontáneo de Son Moix parece que también. Pero dejan un mensaje: cualquier detalle puede generar un caos en el fútbol español.
Los enfados, a la orden del día
Los cinco cambios son, generalmente, beneficiosos para todos. Sin embargo, si ya era habitual ver a un futbolista enfadarse cuando era sustituido, ahora lo puede ser todavía más. Los técnicos, al gozar de más oportunidades para dar refresco a sus futbolistas, han hecho sustituciones tempranas. Así pues, se han podido ver imágenes de Rafinha al borde de romper su camiseta, al dejar en el campo en el 60'.
Otro caso es el de Cucurella, jugador con gran despliegue físico, que fue sustituido por Bordalás en el 79'. El futbolista no está acostumbrado a ser cambiado e hizo un gesto de decepción. Ambos casos quedaron en una anécdota, si bien evidencian que el protagonista a pie de césped todavía no se ha acostumbrado a esta nueva variable.
Por otro lado, Iñaki Williams fue amonestado al filo del descanso por coger el balón y botarlo bruscamente contra el suelo. González González le sacó cartulina amarilla, algo que dejó incrédulo al atacante. Sin público, estos gestos son todavía más sonados. Es más, con la afición presente, el hecho de mostrarle la tarjeta hubiera enfurecido al respetable. Quizás el colegiado no hubiera cambiado su decisión, pero los jugadores ya saben que protestar es todavía más peligroso.
Mil errores en la reanudación
Gerard Piqué ya le solicitó a Tebas una semana más de entrenamientos en grupo para paliar todos los errores que posteriormente han sucedido. La primera jornada tras la reanudación ha estado cargada de fallos impropios de futbolistas de élite, que bien le pudieron costar muy caros a sus respectivos equipos. Courtois perdió un balón franco para el Eibar, pero la jugada no acabó en gol. Remiro rebotó un balonazo en un contrario y se libró del abismo por centímetros. Otros no corrieron la misma suerte.
La falta de comunicación entre Cuéllar y Awaziem provocó el tanto de Enes Unal. Pacheco midió mal la salida, cogió un balón con la mano en la frontal y su expulsión fue letal para el Alavés. David Soria tampoco estuvo acertado en los goles encajados por el Getafe ante el Granada. Diakhaby, por su parte, no supo controlar el tiempo del partido y regaló un punto al Levante tras cometer un penalti que posteriormente transformó Gonzalo Melero.
Convocatorias incomprensibles
Nada más y nada menos que cuatro porteros se llevó Paco Jémez de viaje a Cádiz. El hecho de que las convocatorias puedan llegar a ser hasta de 23 futbolistas hizo que el técnico del Rayo Vallecano le diera la oportunidad a dos hombres del filial: Santamaría y Mario de Luis. Lo habitual en el fútbol corriente es llamar a dos porteros, aunque algunos entrenadores prefieren apostar por tres antes de hacer descartes. Cuatro son un hecho insólito que deja también la nueva normalidad.
Las oportunidades más inesperadas
Canteranos, hombres con apenas oportunidades en el tramo inicial de la temporada... Los cinco cambios han dado minutos a futbolistas insospechados y han otorgado el indulto a otros. Pione Sisto se saltó las normas de confinamiento y se marchó a Dinamarca sin comunicárselo al Celta. Óscar no estaba conforme con su actitud, pero tener cinco sustituciones le llevó a confiar en el extremo para darle un nuevo aire al equipo por su capacidad de desborde. El equipo vigués perdió y, posteriormente, el club lanzó lo que parecía un dardo a su futbolista a través de las redes sociales.