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ATLÉTICO DE MADRID

Nueva normalidad, mismo Atlético de Simeone

Al Atlético de Simeone no le mejoró el confinamiento. El Cholo calcó sus planteamientos de antes del parón y solo quiso atacar cuando marcó Muniain.

Actualizado a
El entrenador del Atlético de Madrid, el argentino Diego Simeone, durante el partido ante el Athletic de Bilbao correspondiente a la jornada 28 de Liga de Primera División, la primera tras el parón por la pandemia del coronavirus, dis
Luis TejidoEFE

Genialoide. Poco ha cambiado el Atlético de Simeone después de tres meses sin competición. El confinamiento no ha hecho cambiar sus planteamientos al entrenador del equipo colchonero, que diseñó un partido como los de antes del parón por la pandemia del coronavirus. Lo único que sorprendía era la ocurrencia genialoide, a lo Cruyff, del Cholo de poner a Marcos Llorente de delantero. El 1-4-4-2 era el mismo de siempre, igual que esperar acontecimientos en bloque medio y bajo, dándole el balón al rival, así como iniciar el juego con fútbol directo. Eso sí, el rechace y la segunda jugada las ganaba casi siempre el Athletic y por eso fue superior en el primer tiempo.

Reactivo. Cuando ganaba los duelos, el Athletic atacaba muy cerca del área del Atlético, que se defendía muy atrás como habitúa, y ahí aparecía, indetectable entre líneas, Iker Muniain. Debía haberlo controlado Thomas, pero el ghanés parece tener la cabeza más fuera que dentro como verbaliza su padre. Los de Garitano buscaban abrir la lata de las dos líneas juntitas de cuatro del equipo del Cholo haciendo cambios de orientación. Así llegó el gol de Muniain. El Atlético reaccionó rápido y a los tres minutos ya había empatado. El Atlético de Simeone dio la sensación una vez más que cuando va al ataque, crea peligro y hasta marca goles. El entrenador argentino prefiere conseguir las victorias desde la defensa y así ha logrado todos sus éxitos. El problema esta temporada es que el Atlético de Simeone lleva 13 empates y el empate ya no le sirve de visitante porque necesita ganar para ser cuarto.

Bien Llorente. El Atlético empezó con este once: Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Lodi; Koke, Thomas, Saúl, Thomas, Carrasco; Llorente y Diego Costa. Individualmente cabe destacar a Carrasco que tuvo hasta tres ocasiones y tuvo una marcha más que el resto. Pero el mejor del Atlético fue Marcos Llorente que jugó muy bien de delantero, un sitio en el que nunca había actuado. Físicamente, Marcos está muy por encima del resto y extrañó que entrara en los cinco cambios, que Simeone consumió en tres tandas, porque podía haber seguido en el campo y haber retrasado su posición, siendo el cambio uno de los otros medios (Saúl o Thomas) que no tenían la condición física de Marcos.

Plantillón. Después de consumir los cinco cambios, se comprobó de nuevo que el Atlético cuenta con una gran plantilla. Acabó el partido con este equipo: Oblak; Arias, Savic, Giménez, Lodi; Lemar, Herrera, Thomas, Saúl; Correa y Morata. Buscó la victoria en el tramo final, pero llegó tarde y se encontró con Unai Simón que hizo un paradón a Arias (como el que Oblak hizo a Yerai en el primer tiempo). El Atlético de Simeone debe ser cuarto sí o sí. El empate de San Mamés le desvía algo del objetivo, pero aún tiene 10 jornadas para lograrlo. El Cholo tiene en sus manos sacar rendimiento a los grandes jugadores que tiene en sus filas.