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ESPANYOL

La hora de los entrenadores: serán más intervencionistas

Abelardo apuntó que jugar sin público “nos dará mucho juego” y Planagumà, que está viviendo esta experiencia en Japón, lo confirma. “La incidencia es mayor”.

Abelardo Fernández.
David Ramirez

Entre el bullicio de la grada y la adrenalina del césped, el entrenador de fútbol no puede ser demasiado intervencionista durante los partidos. Tampoco con las tres sustituciones (el 33% de los titulares salvo el portero) logra, en ocasiones, modificar todo lo que pretende. Pero, en las 11 jornadas que quedan por disputarse, en las que se permiten hasta cinco cambios y el aliento del público brilla por su ausencia, su papel se vuelve más determinante.

“Los jugadores podrán hablar entre ellos y nosotros podremos dar instrucciones. Se escuchará todo. Creo que para los técnicos esto nos dará mucho juego”, comentó el viernes Abelardo Fernández en sala de prensa. Una ventaja que debe cambiar una tendencia del Espanyol este curso, ya que solamente ha sido capaz de cambiar el signo de un partido en una ocasión.

Uno de los técnicos con además pasado perico que ya está viviendo dirigir partidos en grandes estadios a puerta cerrada es Lluís Planagumà, actual entrenador del Imabari japonés. El técnico, para más señas, creó un diccionario de palabras en inglés y japonés para comunicarse de una manera más simple con los jugadores. “Todos los amistosos fueron a puerta cerrada, y jugamos en estadios de 15.000 o 20.000 personas sin gente. Intervienes más. En mi caso nuestro vocabulario nos ayuda a que los jugadores lo entienden. Lo comparo con las fases de ascenso con el Hércules, con estadios llenos, y el grado de incidencia ahora es mayor”, reflexiona.

En las 27 jornadas disputadas, solamente ante el Eibar en Ipurua pudo el técnico (David Gallego) modificar con los cambios el resultado. El conjunto armero se mostró muy superior al Espanyol y se adelantó a balón parado. Iván Ramis remató en el primer palo una falta lateral. Cuando parecía que los vascos estaban más cerca del segundo, la entrada al terreno de juego de jugadores como Esteban Granero, Adrià Pedrosa o Matías Vargas sirvieron para darle la vuelta al partido (1-2).

No hubo más remontadas. El Espanyol logró perder ventajas en las segundas partes, como ante Valencia (1-2) u Osasuna (2-4), o llegar a empatar de manera agónica como en el derbi ante el Barcelona, que coincidió con el debut de Abelardo. Para Planagumà, hay que poner el foco en la comunicación bidireccional, pues los entrenadores también escucharán a sus jugadores y eso les puede condicionar. “Puede afectar más escuchar a los propios futbolistas. Escuchar cosas que antes no podías. Eso puede interferir en decisiones”, comentó.