"No he tenido miedo de volver a jugar... pero sí mucho respeto"
Álex Pérez milita en el Arminia se la Segunda en Alemania y lucha por el ascenso a la Bundesliga. Cuenta como ha sido la vuelta a los estadios sin público
Álex Pérez fue jugador del Real Valladolid en la campaña 2016-17 y dejó un buen recuerdo en la ciudad y en el club. Su periplo vital y deportivo le llevó a Gijón y después, el verano pasado, terminó en Alemania, en el Arminia Bielefeld en la Liga de segunda división teutona, que igual que la Bundesliga, ya se ha puesto en marcha hace algunos días. Álex Pérez está con un ojo puesto en España: "Por suerte estoy bien y mi familia en Madrid también. Vamos saliendo adelante y no hemos tenido ningún contagio en la familia". El jugador muestra la ilusión que tiene todos de volver a jugar: "Teníamos muchas ganas de jugar; además nosotros estamos luchando por subir a la Bundesliga, ese es nuestro objetivo y no está tan lejos".
En Alemania la crisis del conronavirus se ha vivido de forma distinta, las medidas no han sido tan drásticas como en España: "Aquí no hemos tenido 'estado de alarma' como en España. En Alemania siempre hemos podido salir a la calle a dar un paseo, a tomar el aire, siempre con la debida precaución de la mascarilla y los guantes; hemos tenido esa libertad. Lo que sí ha sido similar es que los comercios han estado cerrados y las actividades que pudieran concentrar mucha gente no se han llevado a cabo. Pero comparando con España, la gran diferencia ha sido poder salir a la calle y respirar". Esa diferencia ha sido también importante a la hora de mantener la forma: "Hemos tenido más tiempo para adaptarnos. Desde el primer día que se suspendió la liga, nosotros podíamos salir a correr por los parques o ir a la ciudad deportiva del club, siempre de forma individual. Luego ya pasamos a entrenar en grupos de tres o cuatro personas y así progresivamente hasta entrenar todo el equipo".
EL DEPORTE. El protocolo de seguridad también está siendo muy rígido en Alemania y los controles son continuos según cuenta Álex: "A nosotros nos hacen dos test a la semana, uno en medio de la semana y otro un día antes del partido de forma obligatoria y así confirmar que todos seguimos bien. Ha habido un equipo en el que tres jugadores dieron positivo, el de Ebert, y han tenido que estar en cuarentena, lo que ha obligado a aplazar sus partidos; ahora están recuperando a marchas forzadas y están jugando de manera continua".
La toma de contacto con el fútbol sería un momento raro, por un lado guardando las distancias y en cuanto suena el silbato entrar en contacto con los rivales: "Yo no he sentido miedo... pero sí mucho respeto por la situación. Se hace muy extraño tener que jugar en un campo totalmente vacío, sin tus aficionados y sin su apoyo. Poco a poco nos hemos ido adaptando a esta nueva realidad, ya que parece que durante un tiempo va a ser así, no queda otra".
Esa soledad en un estadio es lo que más destaca el jugador: "Ahora no puede venir a vernos nadie y es algo que llama la atención. Estamos acostumbrados a que en nuestro estadio haya 25.000 aficionados y que no están, se nota y se siente; sólo nos queda pensar que todos los equipos pasan por lo mismo y tenemos que acostumbrarnos, buscar esa motivación que nos dan los aficionados apoyándonos en los compañeros y pensando en ese objetivo del ascenso".
Una de las cuestiones que más le llaman la atención al jugador es el silencio, que además provoca que se oiga todo lo que dicen los compañeros, los rivales, los técnicos y hasta el árbitro: "Es todo un contraste; por sacar algo positivo está el hecho de poderte comunicar con los compañeros de forma muy fácil, algo que en un campo lleno es mucho más difícil".
Se está constatando que el no tener público casi anula el factor como local y eso lo están viviendo en la Liga alemana: "Es para todos igual. Es como el tema de la preparación física, todos hemos tenido el mismo tiempo, las mismas restricciones... no nos debe servir como excusa. Lógicamente echamos de menos a nuestros aficionados que llenan nuestro campo, pero ahora toca adaptarse y jugar".
Álex se quedó a las puertas de subir con el Valladolid y luego también con el Sporting, por lo que en esta campaña puede sacarse la espina: "Lo tenemos en nuestras manos, tenemos que ganar tres partidos de los seis que nos quedan. Tenemos mucha ilusión de poderlo conseguir, porque ha sido un año bastante bonito. Llevo persiguiendo un ascenso desde hace tiempo".
Ese buen recuerdo de su paso por Valladolid le ha llevado a estar cerca de volver en alguna ocasión y para Álex Pérez es un club especial: "Estoy al día de lo que pasa en Valladolid. Es un equipo que me dio una segunda oportunidad. Yo pasaba por un momento difícil y el Real Valladolid me abrió las puertas para volver a subirme al tren del fútbol. Le tengo mucho cariño y estoy totalmente informado de todo lo que está pasando".
Eso sí, las cosas han cambiado mucho desde que el madrileño estuvo a orillas del Pisuerga en la 2016-17, con el equipo ahora en Primera, con el estadio lleno cada domingo y con la presidencia de Ronaldo: "Lo de Ronaldo ha llamado mucho la atención y ha ayudado mucho al club a recuperar esa ilusión que necesitaba el club y la afición. Han logrado subir y espero que sigan en Primera muchos años porque es un club y una ciudad que se lo merece".
El futuro del jugador pasa por Alemania, por acabar la Liga y negociar con su actual club: "El contrato termina este año y ya estamos hablando y negociando de cara al año que viene; no sé lo que va a pasar. En cuanto a lo de volver a España, el 28 de junio tenemos el último partido y espero poder celebrar ese ascenso y después de un par de días ir a Madrid a ver a mi familia que ya tengo muchas ganas".