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BARCELONA

La cuenta atrás del Barça para LaLiga (10): Clément Lenglet

El francés ha dejado de ser titular indiscutible con Setién, pero su rendimiento y, más aún, su comportamiento desde que llegó al Barça son ejemplares.

Clément Lenglet, en un entrenamiento del Barça.
HandoutFC Barcelona via Getty Images

Sorprendentemente, una de las primeras decisiones que tomó Setién a su llegada al Barça fue sentar en el banquillo a Clément Lenglet. En la decisión confluyeron dos factores. El primero, el cambio de sistema pero, sobre todo, que el cántabro aterrizó apostando por Samuel Umtiti. Lenglet terminó por hacerse un espacio, pero es uno de los interrogantes del inicio de la competición. Cuando esta paró, Umtiti se había convertido en titularísimo en los partidos duros lejos del Camp Nou (Nápoles y Real Madrid los dos últimos) y Lenglet actuaba en los partidos de casa. Algo debía ver desde el sillón de su casa Setién del exjugador del Sevilla que le hizo llegar con una idea preconcebida.

Setién le debe a Lenglet, entre otras cosas, un gol vital en el Benito Villamarín en una noche en la que al Barça sólo le valía ganar para seguir en la carrera por LaLiga. El francés hizo el 2-3 en un cabezazo fabuloso. Lenglet ha jugado 19 partidos de Liga por los 23 de la temporada pasada. Su rendimiento y, más aún, su comportamiento desde que llegó al Barça, son ejemplares. Detallista, con ganas de corregirse, es, como De Jong, un amante de ver sus partidos en vídeo y de estudiar a sus rivales. En ocasiones se echa de menos en él un punto más de agresividad y un punto de velocidad cuando los delanteros le llevan a la banda. A cambio, tiene una salida aseada de balón, hace bien la línea y juega atento. Lenglet es, además, un jugador mucho más fiable que Umtiti en el aspecto físico. En sus años en el Barça, sólo se ha perdido una jornada de Liga por lesión.

A punto de cumplir 25 años (lo hace el 17 de junio), Lenglet le ha ganado tiempo al reloj y se ha demostrado como un central válido para el Barça y con un futuro en el club por su regularidad. Estas dos temporadas le han permitido conocer la manera de jugar del equipo, el famoso ADN Barça, la idiosincrasia de un club con muchas claves, y ser respetado. Francia le ha llamado a filas para representar al campeón del mundo, es estable mentalmente y comete pocos errores en el césped. Le falta subir sólo el último escalón para estar en la élite de los mejores centrales del mundo.