El Fuenlabrada se vistió de profesional hace un año
Hoy, el Fuenlabrada consiguió su primer ascenso a Segunda desde su fundación, en 1975. Mientras, el sueño azulón sigue vigente.
EI 2 de junio de 2019 estará siempre marcado en azul en el calendario del Fuenlabrada. Hace un año, el sueño del añorado Pedro Díaz, gerente histórico del club, y muchos fuenlabreños se tornaba en realidad. El Fuenlabrada era, tras vencer al Recreativo de Huelva, equipo de Segunda División por primera vez desde su fundación en 1975. El ascenso, tan soñado en el Camino del Molino como esquivo temporadas anteriores, se vestía de azulón.
El viaje no estuvo exento de dificultades, pese a lo contundente del resultado en la eliminatoria contra los onubenses (4-1), pero nada desvió del objetivo a la plantilla y dirección azulona: colocar a Fuenlabrada en el mapa de LaLiga. Ese objetivo para el presidente, Jonathan Praena, y Miguel Melgar, director deportivo del Fuenlabrada, no era otro que un Fernando Torres con vitola de profesional y, para ello, era crucial encontrar un nombre que liderase el proyecto. Muchos nombres pasaron por el banquillo azulón: Morientes, Eloy Jiménez....Hasta que Mere Hermoso se cruzó en el camino del Fuenlabrada.
El técnico gaditano, con el apoyo de la dirección del club, era el encargado de tomar las riendas del equipo. El mensaje de Mere y su cuerpo técnico caló en la plantilla azulona y el resto es historia... brillante historia azulona: liderato de su grupo, ascenso, campeonato de 2ºB y uno de los mejores estrenos en la categoría de plata de un debutante.
No todo iba a ser un paseo triunfal. El equipo de Mere tenía que visitar el estadio del Decano del fútbol español para amarrar el ascenso. Feudo que se vistió con sus ropas de guerra para intentar amedentrar a unos guerreros azulones curtidos en mil batallas. La renta era considerable (3-0), pero el ‘miedo’ a una remontada estaba ahí. En el fútbol, como en la vida, nada se puede dar por sentado. Sin embargo, el gol de Juanma, capitán y baluarte del equipo, en el 45’ supuso el último paso en el viaje hacia Segunda. La antesala de una fiesta que duró varios días y a la que no faltó ningún ser querido ni aficionado de una ciudad, Fuenlabrada, históricamente vinculada al baloncesto que desde ese 2 de junio mira al deporte rey con otros ojos.
Los protagonistas hablan para AS
Jonathan Praena, presidente del Fuenlabrada:
Podría contarme cómo fue su 2 de junio hasta el partido, ¿qué hizo, cómo se sintió, confiaba o tenía miedo...?
Estuve rodeado de mi familia, con grandes amigos y los directivos del club. Comimos juntos en un día especial, intentando disfrutar de una bonita ciudad y estar tranquilos hasta la hora del partido. No tenía miedo, pero sí respeto porque sabía que nos esperaba un estadio lleno y un equipo que nos iba apretar. A pesar de ello tenía confianza en mis jugadores.
Y durante el partido.
Siempre vivo los partidos tranquilo. No soy una persona de grandes sobresaltos ni en el fútbol ni en la vida. Con el gol de Juanma antes del descanso, sentí que lo estábamos acariciando, pero siempre guardé la calma porque el fútbol ya sabemos cómo es.
El árbitro pitó el final y el Fuenlabrada era, por primera vez en su historia, equipo del fútbol profesional, ¿qué hizo Jonathan Praena en ese momento?
Más que pensar en ese momento tan especial, sentí una inmensa alegría por mi ciudad y por el equipo. Habíamos logrado dar el gran paso de salir de Segunda B, el fruto a un trabajo duro de cuatro años y una meta nada sencilla de alcanzar. Lo primero que hicimos, tras hablar con los directivos del Recre, fue bajar al césped a celebrar con nuestra gente y disfrutar un momento inolvidable. Fue una alegría tremenda.
Al fin y al cabo, usted llegó al Fuenlabrada con el claro objetivo de poner al equipo y a la ciudad en Segunda o, incluso, Primera, ¿me equivoco?
"Fue mi temporada más complicada como presidente..."
Llegué al Fuenlabrada con el objetivo de hacer crecer un equipo de fútbol y de intentar llevarlo al fútbol profesional. Soy una persona que no se para a celebrar cuando consigue un éxito y siempre marca el siguiente reto. Así fue desde el día después del partido en Huelva. Hay que tener los pies en el suelo y nuestra meta es asentarnos en la categoría y seguir creciendo como club en el fútbol profesional. Hay que ser realistas, pero no vamos a poner techo al crecimiento.
¿Podría señalarme la razón más importante, a su entender, por la que su Fuenla cumplió el sueño del ascenso?
Creo que los motivos más importantes para conseguir el ascenso fueron el trabajo, la humildad y la ilusión. Todo el mundo en el club remó en la misma dirección y todos lo hicieron con una gran ilusión y solidaridad. Probablemente fue la temporada más complicada de todas las que llevaba como presidente, pero todo el mundo dio lo mejor de cada uno y acabó siendo la mejor de nuestra historia.
Imagino que me dirá que todos fueron igual de importantes, pero hay algún nombre que quisiera rescatar de la campaña pasada.
Voy a resaltar tres con permiso de todos los que ayudaron a hacer realidad el sueño. Son Ramón García Pajuelo, Pedro Díaz y Tere. Son tres personas con un vínculo especial con el club. El Fuenla es su vida y son los que más lo disfrutaron. Ramón es ilusión, fundó el club y acompañó al equipo en todos los viajes a pesar de que eran grandes palizas de autobús para una persona de su edad. Tere cuida de los jugadores como si fueran sus propios hijos y solo hay que ver cómo le tratan los futbolistas para entender su importancia. Y Pedro Díaz, que por desgracia ya no está con nosotros, siempre fue ejemplo del trabajo en la sombra que hace grande al Fuenlabrada. Gerente histórico que la temporada pasada, pese a empezar a notar los síntomas de la enfermedad que padeció, no quería faltar ningún día a la oficina para ayudar a los abonados, gestionar las cuentas y estar con su equipo.
Por último, Jonathan Praena soñó con un Fuenla en Segunda la temporada pasada y ahora que ya habita esa categoría, ¿con qué sueña usted?
No soy de soñar. Soy de trabajar y de hacer cosas. Me gusta hablar de proyectos y planes a corto y medio plazo. A corto plazo queremos asentarnos y ser fuertes en la categoría. A medio, tener una buena evolución como Club e ir desarrollándonos a nivel estructural. Todo lo demás será consecuencia del trabajo bien hecho y en eso estamos. Ahora quedan once partidos y hay que estar centrados en un final de temporada muy importante.
Miguel Melgar, director deportivo:
¿Cómo recuerda el día del ascenso?
Nervioso. No quería que ocurrieron cosas raras; una lesión, una expulsión, un gol tempranero... Sabía que si todo seguía los patrones normales de un partido de fútbol, los jugadores iban a responder. Ya lo avisé en el sorteo. Confiaba en ellos, iban a aguantar el ambiente y la presión.
Sin embargo, un 3-0 es mucha renta ¿Sintieron en algún momento que ya estaba hecho?
No, si es verdad que con el gol de Juanma yo, personalmente, veía casi imposible que nos quitaran nuestra plaza de Segunda División. Digo casi ya que todos hemos visto lo que puede suceder en el mundo del fútbol.
El árbitro pita el final. El Fuenlabrada es equipo de Segunda, ¿qué sintió?
"El trabajo de Chamo y de Joselu fue fundamental"
Me quite mucha responsabilidad. Cuando te metes en un proyecto como este, ves el trabajo del presidente y como se vuelca el resto del club y la ciudad, sabes que no puedes fallar por ellos, principalmente. Se juntaron muchas cosas. Mi madre y mi hermana estaban en el estadio; mi mujer y mi hija, en Madrid y me faltaba mi padre. Se lo dediqué a él.
Usted vivió un ascenso a Primera con el Rayo, ¿sabe mejor éste?
Comparable es . Incluso te diría que lo disfruté más por todo lo que implicaba. Salir de 2ºB es muy complicado, el nombre de 'El pozo' le viene al pelo, y nosotros, después de mucho trabajo lo conseguimos.
¿Podría señalarme la razón más importante, a su entender, por la que su Fuenla cumplió el sueño del ascenso?
Creo que fueron mucho los factores que nos acercaron a ese momento histórico. Si tuviera que quedarme con uno sería con como afrontó el trabajo cada miembro del club. Desde el utillero hasta el presidente, pasando por prensa, realizaron una labor titánica y siempre con una buena cara, con orgullo y con humildad.
Como bien dices cada miembro del club azulón fue importante en el ascenso, pero podría señalar algún nombre en especial.
Me quedaría con Chamorro, preparador físico, y Joselu, readaptador. Su trabajo fue clave para mantener un bloque de jugadores. Juanma e Iribas habían sufrido más de lo que nos gustaría de lesiones en temporadas anteriores y, gracias al trabajo de Chamo y de Joselu, pudieron ser capitales en el equipo, por ejemplo. Mere y el resto del equipo también estuvieron de bandera, pero, si tengo que destacar, destaco a Chamo y a Joselu.
Mere Hermoso, entrenador del ascenso del Fuenlabrada:
¿Cómo recuerda los días previos al decisivo partido?
La semana fue buena. Pese al 3-0 de la ida, durante la semana, transmitimos a los jugadores que debíamos ir a ganar. Que los primeros 15 minutos de partido, jugásemos en su campo (fuimos capaces de llevarlo a cabo). Toda la previa se vivió en un ambiente muy positivo (ni tensos ni relajados). Como anécdota, la noche antes del partido nos pincharon alguna rueda del bus en el parking del hotel.
¿Y siguió alguna pauta específica de cara a preparar este duelo?
"El partido fue tenso pero el equipo estaba centrado aunque nos pincharon una rueda del bus la noche anterior..."
Mucha gente, tras el 3-0 insistía en recordarnos aquel partido del Barça en Anfield donde le remontaron un 3-0 de la ida... Nosotros nos fuimos al lado contrario. Les pusimos a los jugadores imágenes de equipos que ganaron de forma abultada y lo hicieron en la vuelta. Esa debía ser nuestra mentalidad. Lógicamente había aspectos tácticos relacionados con esto, pero la matriz de todo era afrontarlo de esa manera.
¿Cómo vivió, desde el banquillo, los 90 minutos del encuentro?
Recuerdo que el ambiente era muy hostil en nuestra llegada al estadio. Fue bonito sentir eso. Especialmente para los jugadores que lejos de dudar, lo sintieron como el estímulo definitivo. El equipo hizo una buena primera parte. El gol de Juanma, al filo del descanso, fue definitivo para alcanzar nuestro ascenso. La segunda parte, un mero trámite. Recuerdo que solo empecé a pensar en el ascenso a partir del minuto 80. Mire a mi segundo (Rober) y me sonrió. Y ya allí, empecé a aflojar porque realmente el ascenso era cuestión de minutos.
De su mensaje, ¿qué fue lo que más les acercó a conseguir el ascenso?
Éramos conscientes de que podía ser una eliminatoria muy igualada. Sin embargo, ellos llevaban más de una vuelta sin perder. Se sentían favoritos. Y ahí podía estar nuestra baza... Si nos poniamos por delante en la eliminatoria, ellos dudarían y sería el momento de ir a por ellos... Por suerte, se dio así. Y tras el 1-0, ellos bajaron y nosotros fuimos a por todas. La segunda parte en el Torres decidió la eliminatoria.
Sé que todos fuisteis vitales a la hora de conseguir el ascenso pero podría destacarme alguna persona en particular.
Allí estaban nuestras familias, la gente del club, nuestros aficionados... Las lágrimas de emoción de tanta gente al terminar ese partido es algo que no se olvida nunca. Llorar de alegría es lo más difícil en esta vida... Pasa muy pocas veces y ese día pasó. Me quedo con eso por encima de cualquier individualidad. Prefiero destacar ese hecho que una persona, me parece más importante.
Juanma Marrero, capitán del Fuenlabrada:
¿Cómo recuerda las horas antes de tan decisivo encuentro?
"Veía las caras de mis compañeros y sabía que el ascenso no se iba a escapar"
Ya no sólo las horas antes, la semana fue muy tensa. Sabíamos que teníamos un resultado en la ida bastante bueno y una oportunidad histórica, pero siempre tienes ese miedo. Yo, por lo menos, tenía ese pánico a que el resultado del Torres nos relajase más de la cuenta. Por lo demás, fue un viaje agradable, con alegría y, en cierto modo, algo relajado. Recuerdo, así como anécdota, el tremendo calor que hacía. Eso, quizás, nos generó más dudas. En Fuenlabrada hace calor, pero ni se acerca a lo de ese día.
Aunque la eliminatoria estaba muy encarrilada... ¿Hubo miedo?
Habíamos demostrado durante todo el año que el equipo respondía bien bajo presión, confiaba en mis compañeros. Siempre hay un poco de miedo, es normal, pero, a nivel personal, había más en mí confianza hacia mis compañeros que miedo. La afición onubense apretó desde la llegada, pero el míster y el equipo supo estar a la altura de ese momento y hacer historia.
¿Qué sintió al anotar el gol que, practicamente, cerraba el ascenso al fútbol profesional?
Sé que esto es una frase hecha, pero, de verdad, no recuerdo nada de esa sensación. Recuerdo la cara de mis compañeros cuando volvía a nuestro campo, eso sí que lo recuerdo. No se nos podía ir el ascenso y sabía que no iba a pasar. No nos habían hecho cinco goles en todo el año y con las caras de mis compañeros ese día, su nivel de concentración, su hambre, sabía que no iba a ser ese día la primera vez..
¿Más alivio que felicidad?
Sí. Quizás no era obligación esta temporada ya que había habido proyectos más potentes temporadas anteriores, pero si que había mucha ilusión en el vestuario y en la ciudad. No podíamos defraudar.
¿Podría destacar algún factor que usted considerase clave en el ascenso?
La experiencia fue un grado, sí, pero yo creo que fue más el vestuario. La química de ese vestuario ha sido de las más bonitas que yo he vivido, sin duda. La mezcla de juventud con experiencia, la humanidad por encima de todas las cosas... Fue maravilloso y yo creo que eso fue la clave del ascenso.
Y algún nombre.
No me gustaría destacar ningún nombre en especial. Todos y de verdad, todos es todos, fuimos importantes en el ascenso. El sueño de jugar en Segunda fue un sueño de cada miembro del Fuenlabrada, de cada empleado que constituye este gran club, y todos pusieron su granito de arena para llegar a la categoría de plata.