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MIGRANTES DEL BALÓN

Seis alicientes del reinicio de la 'Spanish Ekstraklasa'

La Primera Divsión polaca, una de las competiciones europeas con más futbolistas españoles, se reinicia el próximo viernes con toda la tela por cortar.

Actualizado a
Seis alicientes del reinicio de la 'Spanish Ekstraklasa'

La Ekstraklasa está de vuelta. La máxima categoría del fútbol polaco, una de las competiciones europeas con más futbolistas españoles (con 18 es la segunda nacionalidad extrajera más representada tras la eslovaca), regresa el próximo viernes con muchos frentes abiertos en clave 'españoles por el mundo'. El Piast Gliwice de de Jorge Félix y Gerard Badía aún sueña con reconquistar el campeonato, algo que procurará evitar el Legia de José Kanté e Iñaki Astiz. La magia de Dani Ramírez, los goles de Igor Angulo o la hazaña que anhela el 'Spanish Lodz', otros estímulos de un campeonato que se retransmitirá en Portugal, Reino Unido, Suiza, Alemania, Austria, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Serbia, Israel, Noruega y Suecia.

Kanté, ante su temporada más goleadora. El delantero catalán, internacional con Guinea, ya ha igualado su mejor marca goleadora en Polonia. José Kanté suma 10 tantos con el Legia, los mismos que marcó en la 2016/17 con el Wisla Plock. A falta de 11 jornadas, el delantero nacido en Sabadell tiene ante sí la oportunidad de firmar las mejores cifras de su carrera. Unos números que buscará relacionar con el título de la Ekstraklasa. Su equipo es líder, con ocho puntos de ventaja respecto al Piast Gliwice.

Repetir el alirón. El Legia, gran dominador del fútbol polaco en los últimos años, buscará reconquistar una Ekstraklasa que la pasada temporada cayó en manos del sorprendente Piast Gliwice. El equipo de Gerard Badía y Jorge Félix consiguió protagonizar una gesta equiparable a la del Leicester en la Premier League. Los enfermeros ocupan actualmente la segunda plaza, pero aún sueñan con protagonizar una remontada similar a la del pasado curso.

El crecimiento de Israel Puerto. A pesar de llegar a la Ekstraklasa el pasado verano, Israel Puerto, internacional con las categorías inferiores de España y campeón de la Europa League con el Sevilla, se ha adaptado a la perfección al fútbol polaco. Su aportación en defensa es una de las claves que mantiene al Slask Wroclaw cuarto, su mejor posición desde la temporada 2014/15. Su buena disposición defensiva, su capacidad para ir al corte y su gran desplazamiento en largo lo han convertido en uno de los defensas a seguir en Polonia.

Más magia, por favor. Otro de los futbolistas españoles que han encontrado en Polonia su particular jardín de las delicias es Dani Ramírez. Tras una primera parte de la temporada brillante con el LKS Lodz, el centrocampista madrileño se marchó al Lech, donde tan solo necesitó una semana de entrenamientos para convertirse en un fijo en el once. Aunque el equipo con sede en Poznan prioriza la Copa como trampolín a Europa -ya están en semifinales-, la Ekstraklasa es también un gran escenario en el que disfrutar de las exhibiciones de Ramírez: regates, grandes conducciones, goles y asistencias forman parte de su espectáculo.

El último Igor Angulo de Zabrze. Tras cuatro temporadas suena raro, pero los 11 partidos que restan de Ekstraklasa serán, casi con total seguridad, los últimos de Igor Angulo con el Gornik Zabrze. El delantero bilbaíno, que a pesar de sus 36 años es uno de los futbolistas más rápidos de la Ekstraklasa, acaba contrato y su último servicio al club será intentar mantenerlo fuera de la zona de descenso. Lo hará como mejor sabe: marcando goles. Ya suma 11 y, aunque está lejos de sus números de la pasada temporada, continúa siendo un factor determinante.

El milagro del LKS Lodz. El equipo con más futbolistas españoles de la Ekstraklasa es, además, el que tiene ante sí el reto más complicado. Pirulo, Carlos Moros, Samu Corral y Antonio Domínguez están a seis puntos de la salvación a falta de 11 jornadas. El objetivo del club, recién ascendido a la Ekstraklasa, siempre fue salvar la categoría, pero pocos imaginaron que conseguirlo fuera tan complicado. El calendario, eso sí, es propicio: ya no jugarán más con siete de los ocho primeros clasificados.