Andrés Túñez: de descarte de Luis Enrique a leyenda del fútbol 'thai'
El central hispano-venezolano formado en la cantera del Celta rescindió su contrato con el Buriram, club con el que logró 12 títulos en seis años en Tailandia.
"Llegaste siendo un extraño y te vas como un hijo". Son las palabras con las que Karuna Chinchon, copropietaria de Buriram United, despidió al central hispano-venezolano Andrés Túñez (Caracas, 1987). Tras seis años en el club tailandés, la crisis provocada por la covid-19 precipitó la salida del exjugador del Celta de Vigo, que abandona el 'Thunder Castle' convertido en una auténtica leyenda del fútbol 'thai'. "Si hace 10 años me preguntas dónde esperaba jugar en 2020 te habría dicho que en la Primera División de España. No esperaba viajar a Tailandia ni de vacaciones, pero apareció el Buriram y lo cambió todo. Aquí he ganado 12 títulos y económicamente tengo para vivir una vida estable. ¿Qué más puedo pedir?" reflexiona Túñez desde Bangkok.
La carrera futbolística de Andrés Túñez dio un giro de 180º en 2013. El central español fue fundamental en el ascenso del Celta a Primera en 2012 y continuó siendo un fijo en el once que logró mantener al club en la élite, pero la llegada de Luis Enrique al banquillo celeste le cerró las puertas del primer equipo: "Fue muy claro conmigo. Me dijo que no entraba en sus planes y se lo agradezco. Le agradezco que fuera tan honesto. Tuve que buscar una cesión, pero ya era septiembre y muchos mercados estaban cerrados". Fue así como Túñez acabó en Israel: "Me marché al Beitar de Jerusalén. Allí viví un año fantástico. Me llevé a Jonathan Vila y, la verdad, lo pasamos muy bien".
Al cabo de unos meses sonó el teléfono. Al otro lado estaba Alejandro Menéndez, un entrenador que Andrés Túñez ya conocía de su paso por la cantera del Celta. "Dirigía al Buriram United. Preguntó por mi situación y al poco tiempo ya estaba viajando a Tailandia. Fue la mejor decisión que he tomado nunca", recuerda el central. "La oferta económica era irrechazable, pero que el equipo estuviera repleto de españoles también ayudó. Manu Redondo, Javier Patiño, David Rochela... Montamos una piña increíble. Osmar Ibáñez se acababa de ir a Seúl. Lo suyo sí que tuvo mérito. Llegó el primero. Para mi fue todo muy fácil", rememora Túñez, cuya vida cambió por completo en cuestión de meses: "Pasé de jugar en LaLiga a competir en Tailandia, pero me adapté rápido. Cuando eres niño sueñas con jugar en el Bernabéu y en el Camp Nou. Lo logré, después comencé a pensar en mi familia y sus intereses. Me jodió tener que dejar el Celta, pero cuando me ofrecieron un buen contrato no dudé en aceptarlo. El fútbol es un negocio y yo un privilegiado. Hago lo que me gusta y cobro por ello. Da igual donde sea. No puedo pedir más".
Andrés Túñez fue a parar al mejor club de Tailandia, donde en seis años conquistó 12 títulos: cuatro Thai League, dos Thai League Cup, dos Kor Royal Cup, una FA Cup, una Supercopa, una Mekong Cup y una Toyota Cup. "La primera vez que ganamos un campeonato estaba eufórico, pero me di cuenta de que la gente del club no lo celebraba. 'Uno más', decían. Yo estaba bebiendo cerveza y celebrándolo por todo lo alto; ellos como si no pasara nada", recuerda el español, tercer máximo goleador de la historia de Buriram United: "Me marcho con la espinita de no alcanzar la segunda posición. 54 goles en seis años son buenos números, pero me quedo con las cuatro temporadas en las que hemos sido el equipo menos goleado. Aporte goles, pero también seguridad defensiva. Siendo central es lo que importa".
Tras anunciar su marcha de Buriram United, Andrés Túñez recibió un aluvión de mensajes de cariño: "Me siento muy querido y eso es lo que más me importa. Cuando rescindí hubo gente a la que se le escaparon las lágrimas. Los aficionados dicen que me echarán de menos y eso me llega. El fútbol se olvida, lo que importa es que te recuerden como persona. La gente que ha estado conmigo en Buriram me desea lo mejor y eso me enorgullece". El central hispano-venezolano cuenta por decenas los grandes momentos vividos en Tailandia –"en Champions logramos resultados inéditos para un club del país", aunque también hubo tiempo para el sufrimiento: "En 2019 perdimos la liga en el último partido. Tuve pesadillas con eso, aunque nada como la permanencia del Celta en 2013. Ahí me salieron canas y casi me da un infarto. Pero eso significa que el fútbol te importa de verdad. Si pierdes y te vas a dormir tan tranquilo algo va mal".
Jugar en Primera y ser internacional con Venezuela, su país de nacimiento, permitió a Andrés Túñez enfrentarse a gran parte de los grandes futbolistas de la época. El ya exjugador del Buriram se midió a James Rodríguez, Firmino, Cristiano o Messi, pero cuando le preguntan por el atacante que más le costó frenar el nombre es otro: Claudio Pizarro. "Es con quien peor lo pasé. Me hizo sentir un juvenil en un partido de clasificación para el Mundial de 2014. Me comió vivo. Hizo lo que quiso conmigo". Tuñéz tampoco guarda buenos recuerdos de Valerón: "Era un espectáculo verle jugar al fútbol. Cuando jugué contra él tenía 36 años. Iba andando, pero en el campo no lo veía. Lo buscaba, pero no lo encontraba. Siempre estaba escondido y, cuando le llegaba el balón, lo tocaba de primeras. No daba tiempo a presionarle. Benzemá también es un genio. Cuando me enfrenté a él lo criticaban y yo decía: '¿Dónde está? No lo veo'. Siempre se colocaba en mi punto ciego. Son cosas que la gente no ve. Si no marca gol no vale. Pero yo veía cómo se movía y pensaba: 'Este jugador es muy inteligente'. Como Valerón. Son genios. Genios". En los entrenamientos en Vigo sufrió a Iago Aspas, "el mejor delantero español del momento".
Túñez, que pasó sus primeros siete años de vida en Venezuela, guarda grandes recuerdos de su etapa en Sudamérica, aunque se siente tan español como venezolano: "Pienso vivir en España". Eso, sin embargo, será cuando toque colgar las botas. De momento aguarda en Bangkok la oportunidad de seguir disfrutando de la Thai League: "Preguntar pregunta todo el mundo, pero de momento no hay ninguna oferta en firme. De todos modos, no es algo que me preocupe. Siempre lo he dejado todo en manos de mi agente -Rodrigo Fernández- Es el padrino de uno de mis hijos, eso demuestra la confianza que tengo en él. No necesito ni que me mantenga informado, así que ya me dirá dónde vamos la próxima temporada", sentencia la leyenda de Buriram United. 12 títulos y 54 goles avalan su recorrido en el 'Thunder Castle'.