Rubiales continúa con su particular 'desescalada' para que el playoff de ascenso a Segunda y Segunda B pueda disputarse finalmente en el mes de julio. Por una parte debe seguir atendiendo las protestas de esos equipos perjudicados por no entrar en la lucha por el playoff (algunos de ellos como el San Fernando o el Lleida ya van dando los primeros pasos para recurrir ante los tribunales la decisión de suspender la temporada) y por otra, y más importante incluso en estos momentos, debe atender las peticiones de los 88 clubes implicados en el playoff exprés. Según informó AS, la RFEF ya avisó a las Federaciones y a los propios clubes que los tests, como medida de prevención para detectar el COVID-19, deberán ser financiados por los propios clubes. Una de las reivindicaciones de AFE, sin ir más lejos, es la realización de estos mismos para garantizar la seguridad de los futbolistas en su vuelta al trabajo. Equipos como el Ibiza , Badajoz , Marbella o Castellón ya han realizado tests de forma particular a sus jugadores. Otros equipos como el Atlético Baleares o la Unión Deportiva Logroñés han exigido un protocolo claro e igualitario para los 16 clubes que pelean por subir a LaLiga Smartbank. Sin ir más lejos, la RFEF ha comunicado a los clubs catalanes de Segunda B, el Sabadell y el Barcelona B, que no pueden volver a los entrenamientos esta semana al encontrarse los tres en la región sanitaria de Barcelona que todavía se encuentra en fase 0 . Y clubes vascos de Tercera, como el Sestao River y el Portugalete, han exigido a la Federación los gastos de los tests de detección del COVID-19.
En medio de los continuos tiras y aflojas que vive el fútbol modesto estos días, el sindicato Futbolistas ON, presidido por Juanjo Martínez, ha ofrecido una idea para intentar mediar en un conflicto enquistado. Ha enviado una carta al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, en la que le explica que al igual que se acordaron reforzar en los clubes de Primera y Segunda las medidas de prevención con el “Protocolo básico de actuación para la vuelta a los entrenamientos y reinicio de las competiciones federadas y profesionales”, realizando los test para toda la plantilla, sin condición alguna, éste debe ser el camino a seguir en el fútbol modesto. "Sería una discriminación no facilitar test preventivos para tod@s l@s futbolistas de Segunda División B, Tercera División y 1ª Nacional femenina que regresen a la competición, en las mismas condiciones que se dispensan para los futbolistas de Primera y Segunda División A. Creemos que esa discriminación constituiría un riesgo para los futbolistas y su entorno, que no solo asumen ellos, sino también los clubes y la propia RFEF, por lo que lo más sensato es extremar la precaución. Que la RFEF asuma un 80% del coste y los clubes, el 20% restante. De esta manera, ningún/a futbolista se perdería la posibilidad de jugar el play-off de ascenso porque su club no dispusiera de los recursos necesarios para realizar las pruebas", pide Juanjo Martínez a Rubiales por carta y a la que ha tenido acceso este periódico.