Así fue el primer día del Atlético: pendientes de la distancias
Los jugadores del Atlético no tuvieron contacto entre ellos en su primer día de trabajo. Celada observó que todo se ajustara al protocolo y se mantuvo al máximo la distancia de seguridad.
El Atlético volvió al trabajo, aunque lo hizo respetando al máximo las distancias de seguridad y el protocolo establecido para el retorno a los entrenamientos. La Ciudad Deportiva de Majadahonda ha cambiado algunas cosas con respecto a lo que era hace dos meses, cuando el equipo se entrenó por última vez. Todo para mantener la seguridad en este primer día de trabajo.
El doctor Celada, que atiende al primer equipo rojiblanco, estuvo desde una zona situada en un alto vigilando que todo fuera de la manera más correcta. El Atlético se entrenó en varias tandas. Doce primero, doce más tarde y luego los porteros. En las tandas de doce, seis jugadores ocuparon cada campo. Celada observó todo en una zona donde podía visionar perfectamente la sesión de trabajo. La sesión fue física, pero hubo tiempo para realizar algunos rondos. Simeonel, con mascarilla y guantes, explicó los ejercicos. Si los jugadores se acercaba en algún momento, ya había algún miembro del cuerpo técnico pendiente de que no fuera así: ¡Abriros más¡", se llegó a escuchar en alguna ocasión.
Los jugadores no tuvieron contacto entre sí. Los futbolistas que se entrenaron en el campo donde lo hace habitualmente el primer equipo (el que está vallado en su totalidad) bajaron desde la zona del aparcamiento situado en los vestuarios. Los jugadores que ocuparon el otro campo, que está anexo, aparcaron en una zona habilitada especialmente como aparcamiento, puesto que normalmente es de paso para acceder a los campos.
Una vez que los jugadores finalizaron la sesión de trabajo, se metieron en sus coches y se fueron a sus domicilios. En el Cerro del Espino, además, hay señalizaciones sobre todo lo relacionado con el COVID-19 y las medidas de precaución que los jugadores deben adoptar.