Isma Jorge: "Por fin arranca mi aventura en el fútbol coreano"
Isma Jorge Balea es un futbolista español de origen uruguayo que fichó por el Ansan Greeners de la K-League 2 cuando el coronavirus se estaba extendiendo
La K-League comienza por fin. ¿Está nervioso?
Lo llevo con ilusión. Por fin arranca esta aventura después de tres meses de pretemporada sin saber cuándo iba a comenzar la temporada. Estaba siendo duro.
Usted acababa de llegar al Ansan Greeners cuando la pandemia estaba expandiéndose por todo el mundo.
Sí, cuando en Corea del Sur la situación empezó a ponerse mal, a mediados de enero, yo me estaba incorporando al equipo, que estaba de pretemporada en Turquía. No sé cómo llegaron a ser de duras las medidas en Corea porque nosotros pasamos un mes en Turquía y cuando regresamos la vida ya era normal dentro de lo que cabe. No había competiciones ni conciertos ni ningún tipo de eventos que provoquen aglomeraciones pero por lo demás se puede hacer vida normal: está todo abierto y no te ponen problemas por salir a la calle. En Corea ya hay muy pocos contagios nuevos al día, la media es menos de quince.
¿Qué medidas se han tomado para que el fútbol vuelva?
La semana pasada se hicieron los test PCR obligatorios para todos los equipos, desde jugadores a empleados del estadio. Además, en nuestro equipo nos toman la temperatura a diario antes de entrar al campo de entrenamiento, una medida implantada cada vez que alguien entra en un sitio público, y por la noche también le mandamos al médico del equipo la temperatura pero ya está. La rutina de entrenamientos ha sido la habitual.
Se le nota bastante tranquilo.
Los futbolistas somos unos mandados. Evidentemente existe un miedo al contagio pero nosotros somos un grupo de 30 personas que interactuamos sólo entre nosotros, y los demás equipos igual Ahora con el comienzo de la K-League veremos cómo evoluciona la situación. Esperemos que bien, que la gente haya sido responsable y haya tomados las medidas sanitarias correspondientes, algo que no em preocupa en exceso porque en Corea la ciudadanía es muy consciente de la situación y se han aplicado las recomendaciones sin tener que imponer nada.
La de Corea una cultura muy distinta a la nuestra, ¿cómo se lanzó a esta aventura?
Yo estaba jugando en el Pinto y fue un ojeador a verme en pretemporada, se quedó a verme varios partidos y surgió la oportunidad. No me lo pensé mucho, era mi oportunidad para saltar al profesionalismo y vivir del fútbol, mi pasión, algo que siempre había querido y nunca había podido hacer. De momento la experiencia es increíble. Estoy conociendo la otra parte del mundo donde todo es absolutamente distinto y económicamente he dado un salto cualitativo importante.
¿Cómo se entiende con sus compañeros?
El idioma es casi imposible. En el equipo hay un traductor de portugués, porque de los cuatro extranjeros que somos, los otros dos son brasileños y el tercero es líbanés. Me entiendo con el traductor en “portuñol” y para mí es como un entrenador más. Está todo el rato detrás nuestra dándonos las indicaciones y donde noto más su presencia es en las charlas del entrenador, sin él estaría perdido. Luego una vez que empieza el partido, sólo existe un idioma, el de la pelota.
¿Se ha planteado estudiar coreano?
Cuando llegué mi idea era esa, pero es extremadamente difícil. Aquí ya se han acostumbrado a que los extranjeros que vienen a jugar no aprendan el idioma. Si viniera para quedarte cuatro o cinco igual le ponía más empeño pero de momento me basto con el traductor.
¿No piensa quedarse mucho en Corea, entonces?
Firmé por un año y otro opcional. Mi idea es seguir unos años más por Asia antes de volver a España, pero no sé si en Corea exactamente.
¿Cómo ve el nivel del fútbol coreano?
Pues no lo sé todavía. Hemos jugado contra equipos universitarios en la pretemporada, que aquí se lleva mucho, pero no con ningún equipo profesional de Corea. Ahora mismo no sé siquiera el nivel real de nuestro equipo porque no he podido compararlo con los demás.
¿Sabe cuales son al menos las aspiraciones de su equipo?
El Ansan Greener es un equipo fundado hace tres años, de momento su aspiración es mantenerse en la K-League 2, pero como digo, no sé el nivel de los rivales. Además, la situación extraordinaria de este año hace que cualquier previsión previa se desajuste. Muchos equipos no sabían qué tipo de entrenamientos hacer, si descansar o si trabajar más lo físico. Y también está la mentalidad de cómo haya llevado cada uno todo este proceso.
¿Cómo lo ha llevado su equipo?
Nosotros hicimos una pretemporada durísima en Turquía con la idea de empezar la liga hace mes y medio y cuando se suspendió todo, nuestro entrenador no quiso bajar el ritmo así que llevamos tres meses de entrenamientos muy fuertes.
Para acabar, como aficionado, ¿que decisión tomaría usted con el fútbol español?
Tal y como están las cosas, daría por terminada la temporada sin campeón. Si se la dan al Barça, en unos años existiría un debate de si la liga del coronavirus cuenta, si la regalaron... Mejor no nombrar ganador y problema resuelto.