Desvelan la conversación entre VAR y árbitro en el Inter-Juve del 2018
Desde el VAR intentaron corregir el fallo de Orsato. El exfiscal de la FIGC Pecoraro dijo ayer: "la segunda amarilla no está incluida en el protocolo VAR".
La prioridad del fútbol italiano, en estos días, es organizar la ‘fase 2’ de la emergencia coronavirus e intentar reanudar las competiciones en junio, algo que el ministro de deportes Vincenzo Spadafora sigue sin ver factible. Sin embargo, ayer las declaraciones de Giuseppe Pecoraro desenterraron la polémica del Inter-Juventus 2017/18, partido decisivo para el séptimo scudetto consecutivo de la Vecchia Signora tras una emocionante lucha con el Nápoles.
El exfiscal de la FIGC fue muy criticado por no haber considerado, en su entrevista, que la no expulsión de Pjanic, al ser por una posible doble amarilla, es una circunstancia que no está prevista en el protocolo VAR y que, entonces, las grabaciones sobre esa jugada, simplemente, no existen.
El asunto, sin embargo, no se ha cerrado aquí. Según el 'Corriere dello Sport', los hechos relatados por Pecoraro en sus declaraciones con 'Il Mattino', acabarán en una denuncia que será presentada ante las fiscalías de Milán por competencia territorial (se jugaba en San Siro) y en Roma, sede de la Federación Italiana de Fútbol y de la Asociación Italiana de los Árbitros. Esa investigación servirá justo para aclarar si las grabaciones de los diálogos entre árbitro y sala VAR fueron manipuladas, algo que de momento solo es una hipotesis.
El rotativo romano, además, desvela la conversación entre el trencilla Orsato y el VAR cuando Pjanic tumbó a Rafinha durante la segunda parte del Inter-Juventus. Puesto que una segunda amarilla no está incluida en su campo de acción, Valeri y Giallatini, VAR y AVAR, le dieron al árbitro una "sugerencia indirecta", diciéndole a su compañero "¡no es roja, no es roja!". El intento era señalar su fallo (nadie duda que Pjanic mereciera ser expulsado por doble amarilla) eludiendo el rígido protocolo: Orsato no aceptó la sugerencia de sus compañeros y eso le costó la peor noche de su carrera. De hecho, a pesar de ser uno de los mejores árbitros de la Serie A, desde entonces no ha vuelto a arbitrar un partido del Inter.