Zidane cumple con Courtois
Hace justo un año, el técnico comunicó a Keylor que el belga sería su portero titular esta temporada y el 28 de abril le dio una titularidad que ya no abandonó.
Thibaut Courtois puede dar fe de que Zidane es un hombre de palabra. El entrenador del Real Madrid, al poco tiempo de regresar al banquillo blanco, quiso silenciar el ruido que en los últimos años ha envuelto a la portería del equipo. “La próxima temporada no habrá debate sobre los porteros; estará bien claro”, avanzó el 2 de abril de 2019. Por aquel entonces, Courtois y Keylor peleaban por asegurarse la meta. El belga fue fichado por el club en 2018, tras ser Guante de Oro en el Mundial, por 35 millones de euros; el costarricense, aliviado por la vuelta de un Zizou con quien siempre había tenido un feeling especial, era el portero de las tres Champions. A pesar de que el tico vio en el retorno del técnico un asidero espléndido ante las continuas intenciones del Madrid de buscarle sustituto, pesó la decisión del club.
A finales de abril, Zidane comunicó a Keylor que el portero para la 2019-20 iba a ser Courtois, fichaje estratégico de la entidad. Una postura que decepcionó al costarricense y tranquilizó al belga, quien vio pronto cómo se le ‘despejaba’ el camino. A los pocos días de conocer hacia qué lado se había decantado la balanza, el 28 de abril, Zidane comenzó a esfumar el debate dándole la titularidad a Courtois, ausente los seis partidos anteriores a causa de una lesión. Fue en Vallecas. El Madrid perdió 1-0 pero Tibu comenzó a corresponder a su entrenador con una gran parada en un mano a mano a Pozo. Courtois volvió a ser titular los dos próximos encuentros, ante el Villarreal (triunfo 3-2) y Real Sociedad (derrota 3-1). Sólo volvió al banquillo en la última jornada ante el Betis como guiño de Zizou a Keylor, quien ya asumía su salida y se despidió del Bernabéu al finalizar el choque (derrota 0-2). Zidane había tomado una decisión.
Las altas exigencias de Keylor al comienzo del verano (que el club le pagara los dos años de contrato que le quedaban y que le dejaran ir gratis) y que ninguna propuesta satisfacía sus pretensiones ni las del Madrid hicieron que el tico comenzara la pretemporada con el Madrid. Y disfrutó de minutos, por decisión de Zidane y también por un contratiempo físico de Courtois. Pero ambos guardametas conocían cuál era su rol. "Creo que ahora está claro quién es el número uno. Me siento más fuerte que nunca", aseguró Courtois a finales de julio. Keylor no digirió ese papel secundario del banquillo y volvió a pedir su salida. Comenzó la temporada con el Madrid (los tres primeros partidos de Liga fue suplente) y en los últimos días de mercado volvió a aparecer el PSG, como en el inicio del verano, y la puerta de salida se le abrió gracias a la cesión de Areola, meta del conjunto galo, a Chamartín.
Caída y regeneración
Con Keylor en París y Areola cedido, Courtois se quedó en propiedad la portería del Madrid. Ya no había debate, como prometió Zidane meses antes. Aunque el comienzo de temporada no fue sencillo para el belga, inseguro e incluso pitado en el Bernabéu. Tocó fondo contra el Brujas. Encajó dos goles, fue sustituido al descanso por “problemas estomacales” y Areola le sustituyó con una parada milagrosa que evitó el 0-3. Zidane arropó a su portero y le defendió varias veces ante los medios. “Para mí es el mejor”, llegó a decir. El marsellés supo envolverle bajo su manto, le sostuvo en los peores y momentos y Courtois se vino arriba con números de Zamora. Antes del parón había recibido 26 goles en 32 encuentros (un promedio de 0,81) y había dejado la portería a cero 15 veces, es decir, en el 46,87% de sus apariciones. Ante el Betis, el último encuentro antes de frenarse la competición, Courtois se lesionó en el aductor izquierdo. El belga está aprovechando estas semanas sin fútbol para recuperarse, ponerse a tono y poder ayudar defendiendo una portería cuyas llaves le entregó Zidane hace justo un año.