CUANDO EL FÚTBOL VUELVA A JUGARSE
La convivencia del héroe imaginario y el héroe real
El actual panorama, donde los sanitarios y otros trabajadores reciben los aplausos que antes eran para los futbolistas, abre un debate.
Los aplausos cambiaron de bando y de lugar. Ahora no se escuchan en estadios atestados de gente, sino en la intimidad pública de los balcones. Y son los futbolistas los que aplauden a todos los trabajadores que están en la primera línea de batalla contra el coronavirus. Esta nueva escenografía invierte los papeles habituales y desposee al jugador de su capa de héroe del pueblo, pero su extensión en el tiempo parece simplemente eventual.
"Todo volverá a seguir igual. La posición del futbolista cambió hace mucho tiempo. Hoy es un actor social y eso será así siempre", garantiza Valdano. Su conclusión se aproxima a la idea de que el reconocimiento general hacia los sanitarios y trabajadores de riesgo resultará momentáneo y los héroes del ayer serán los mismos del mañana. "Me parece que el ser humano tiene una inercia cultural y emocional muy fuerte y tenderemos a volver a ser lo que éramos. Más temprano que tarde volveremos a tener esas extrañas prioridades y esas extrañas adoraciones que supimos perpetrar", le secunda Sacheri.
"Me bastaría con que no salgamos peores de todo esto. Hasta vimos que se agrede a sanitarios y trabajadores como posibles transmisores del contagio. Aquellos que más están haciendo para solucionarnos los problemas empiezan a ser apuntados como sospechosos", se lamenta Valdano. En términos similares habla Foer e incide en la controversia. "Le daría la vuelta al asunto. Después de esta crisis, ¿continuará la sociedad tratando a los sanitarios como héroes? ¿Aumentaremos su paga? ¿Les proporcionaremos los equipos que necesitarán en próximas catástrofes?", se pregunta. "Además, el heroísmo no es suma cero. El surgimiento de nuevos héroes no vendrá a expensas de los antiguos", precisa a continuación.
García Montero tiene el mismo parecer y valora de "fantasía humana" el carácter de héroe que se brinda al futbolista. "La modernidad ha hecho una nueva mitología y los futbolistas se han convertido en mitos. Eso tiene mucho de manipulación, porque al final son personas con sus procesos contradictorios", subraya.
Consagrada la dimensión social del jugador, su jerarquía como héroe novelesco de la población también prevalece, al menos en la imaginación del aficionado. "Don Quijote confundía la ficción con la realidad. Espero que nosotros no", expone Luis Landero. "Los héroes de la realidad (sanitarios sobre todo) no son comparables a nuestros héroes de ficción. Messi, Cristiano o Mbappé son de la estirpe de Sherlock Holmes, Tarzán o Tintín: es una fauna aparte", diferencia en su reflexión final. Es la contraposición de los héroes imaginarios y los héroes reales.