Euskadi, capital Sevilla
Estamos confinados, pero vamos a conducir un Delorean y en un regreso al presente, imaginaremos lo que pasaría tal día como hoy. Cualquier parecido con la realidad es casual.
La toma de Sevilla. El barrio de Triana se despertó como su fuera Poza Litzenziatuaren Kalea y la Calle Betis era el Paseo de la Concha. Ayer fue el día de poder salir tranquilo a tomar potes por Donostia y Bilbo (en el caso de encontrar algun garito en el que sus responsables aún estuviesen en la ciudad), porque todo el mundo estaba en Sevilla para ver el partido del siglo para el fútbol vasco en la final entre la Real Sociedad y el Athletic Club. Ambos equipos coincidieron en algo en la previa del partido. Los autocares de las dos entidades llevaban pintado en el chasis el mismo lema, que curiosamente también era el que se podía leer en las camisetas de entrenamiento de ambas escuadras, el que lucían en las solapas los directivos y los periodistas vascos que cubren la información de ambos equipos en las espumillas de los micrófonos :"Ez galdetu, ez daukat sarrerarik", que no es un lema motivacional, sino que significa "no preguntes, no tengo entradas".
A todo volumen. En los prolegómenos de la final, el himno se pudo escuchar en Canberra (por una vez en muchos años no fue culpa del Barça) y luego ya el partido siguió a todo volumen. Las aficiones, lo dieron todo en el estadio como lo habían dado fuera, en una comunión entre el kalimotxo y el rebujito y entre la caña de lomo y los pintxos. Los restauradores de Sevilla no recordaban una fiesta igual desde que los del Celtic de Glasgow fueron a jugar la final de la Copa de la UEFA del 2003. De hecho, alguno de los escoceses que se desplazaron a ese partido y que llevaban 17 años perdidos por la serranía andaluza se despertaron para sumarse a la juerga. Depende de la zona de la ciudad que se encontrasen animaron a uno u a otro equipo. Da igual, tampoco se enteraron demasiado de que iba la cosa.
Playoff de sofá. Ayer también empezaron los playoff en la NBA. Es decir, empezó la NBA después de haber apartado la morralla jugando durante meses mañana, tarde y noche. Uno de los que equipos que se ha quedado de nuevo arrinconado al borde del plato fueron finalmente los Bulls, que en vez de jugar su eliminatoria por el título, ofrecieron en el United Center una proyección de "El último baile", la serie sobre los Bulls de Jordan. Récord de asistencia en los playoffs, de llorera y todos a casa tan felices.
Cuenta atrás. El miércoles empezó la cuenta atrás para los Juegos de Tokio (quedaban 100 días a mitad de esta semana) y el viernes se inauguró la Golden League de atletismo con el Super Grand Prix de Doha donde Armand Duplantis ya dejó claro que si quieren ahorrarse la pasta del billete y su estancia, no hace falta que vaya a Japón. La bestia de la pértiga volvió a batir el récord del mundo, pero la novedad es que lo hizo en el calentamiento, con chándal y las zapatillas desatadas.