Remiro y Oyarzabal no recordaban la fecha de la final
Ni el guardameta ni el capitán txuri urdin recordaban la fecha. "No me acordaba porque ahora no es lo primordial y el fútbol está en un segundo plano", señala Mikel Oyarzabal.
Alex Remiro y Mikel Oyarzabal reconocen que no se acordaban que este sábado 18 de abril se tenía que haber jugado la gran final de Copa del Rey entre su Real Sociedad y el Athletic de Bilbao, ese derbi vasco tan inédito como histórico, y que todos los aficionados están ya recordando en sus balcones. "Si te digo la verdad, no me había ni acordado que la final era este sábado, porque ahora mismo no es primordial, el fútbol está en un segundo plano y centrarse en que esto vuelva a la normalidad, porque esto es una cosa muy seria, que está muriendo mucha gente y, cuando todo acabe y lo logremos, ya se buscará una fecha para que todo el mundo pueda disfrutar de la final", dice el delantero eibarrés. "Pues yo tampoco me había acordado", añade el portero de Cascante. Ambos compartieron confidencias en la charla con la que la Real recordó el último partido que ha jugado en esta Copa, la vuelta de la semifinal en Anduva, de lo que ya ha pasado un mes y 14 días.
Oyarzabal no podía evitar recordar el partido de Miranda. "El equipo, la gente el club, por como se lo tomó todo el mundo, nos hacía pensar que estábamos a 90 minutos de llegar a una final, de hacer algo histórico. Ya habíamos visto en la ida la ilusión que había y era un partido bonito para jugar, y lo afrontamos con la seriedad y profesionalidad que merecía y hacía falta, la misma que en el Bernabéu, dando mérito a lo que hizo el Mirandés", señala el eibarrés, que tampoco olvidaba la presión que tenían en semifinales. "Estar a dos partidos de un final te da una responsabilidad y un peso en el cuerpo que hay momentos en los que se notan. Y, tras el recibimiento y el buen inicio, igual te puede pesar un poco más, pero fue más el no tener nuestro día, no estar acertados al cien por cien".
Aquella semifinal de Miranda es hasta ahora el partido más importante en la carrera del capitán realista. "En cuanto a lo que supone, sí. Quizás en lo personal, en lo sentido, el debut, el primer gol, el primer derbi, les das una trascendencia diferente, pero es obvio que estar a 90 minutos de jugar una final te hace estar ante un partido especial. Y fue bonito, por ver como la gente se había volcado con nosotros". Para Remiro la clave de la final, cuando llegue, es salir con la misma concentración que aquel día en Miranda. "En un partido así tienes que ir a muerte, a dejarlo todo en le campo, porque eso es cuestión de actitud y predisposición, para con la calidad que tenemos arriba tener aprovechar las ocasiones". Ambos recuerdan la anécdota que les ocurrió con las camisetas de aquel día contra el Mirandés. "Yo tiré las dos de aquel día, de la primera y Segunda parte. espero que pueda guardarme la de la final, después ganarla. ¡Ojalá!", soñaba en voz alta Oyarzabal. El meta de Cascante tampoco tiene las camisetas de la semifinal. "Una guardé y la otra se la dí a mi padre". Seguro que también sueña con guardar la de la final que debía haberse jugado hoy. Sería una buena señal.