La Instalación Deportiva Butarque, en servicios mínimos
El centro de entrenamiento del Leganés sólo recibe las visitas del personal imprescindible para el cuidado de su césped. Desde el jueves 12 de marzo no se entrena en sus dos campos.
La Instalación Deportiva Butarque, el centro de entrenamiento del Leganés, se mantiene en algo así como servicios mínimos. El recinto no ha cerrado al 100% pese al estado de alerta decretado por el Gobierno porque necesita de un mantenimiento elemental, especialmente en lo que se refiere al cuidado del césped de sus dos campos de entrenamiento.
El personal que se ocupa de su cuidado es casi el único que ha pisado este recinto desde que el pasado 13 de marzo el club decidiera poner fin a toda actividad de entrenamiento. Fue un día antes de que el Gobierno activara la alerta en todo el país. El positivo del director general, Martín Ortega, contagiado de coronavirus Covid-19 truncó el plan inicial de continuar entrenando sobre esa misma superficie.
Así que el último entreno que se hizo sobre ese césped ahora vacío se realizó un día antes, el jueves 12 de marzo. Desde entonces la instalación permanece vacía y sólo con estos cuidados mínimos que, además, se realizan siguiendo la normativa decretada y con las máximas medidas de seguridad sanitarias fijadas. Apenas acude personal justo y necesario para estos cuidados. Nada más.
Rutina alterada que sólo ha variado para el reparto de parte del material del gimnasio entre los futbolistas. El club ha puesto a disposición de los futbolistas equipamiento específico para poder seguir sus rutinas de entreno en casa. Un equipo específico de transporte lo ha llevado en reparto a los hogares de los jugadores.
El resto de instalaciones del club están inactivas desde ese viernes 13 de marzo. Tanto las tiendas de Butarque, como la del centro comercial Sambil Outlet echaron el cierre antes del confinamiento. También sus oficinas en el estadio siguieron el mismo paso. Desde entonces el personal del club teletrabaja desde sus hogares.