Fútbol femenino: el salto al profesionalismo

El fútbol femenino español no deja de mostrarnos evidencias de su exponencial crecimiento. De llenar un estadio con 60.739 espectadores, récord mundial a un partido de clubes, para un Atleti-Barça de Liga en el Wanda a la primera participación de un club español, el Barça, en una final de la Champions el pasado mes de mayo o la buena imagen de la Selección en el Mundial y en duelos de máximo nivel antes las mejores selecciones del mundo. El espectáculo no ha dejado de crecer, teniendo en su trasfondo un gran trabajo en los despachos. Cabe destacar la firma del primer convenio colectivo para esta categoría, pionero en el mundo, o el creciente número de fichas profesionales que año tras año nos sorprende.

En cifras, sólo de la temporada anterior (2018-19) a la actual, la 2019-20, se ha experimentado un incremento de un 147,5%. Un porcentaje que aumenta al 1.708,3% si se comparan las fichas profesionales actuales (651) con las que se registraron en la 2014-15 (36), temporada en la que se vivió un antes y un después con la profesionalización de clubes como el Barça. Fue aquel 2015 el punto de inflexión para el fútbol femenino español. A partir de ahí, todo fue sumar, con un crecimiento profesional continuado. De la 2016-17 a la 2017-18 el crecimiento fue de un 63%, siendo del 41% en la temporada anterior (2018-19).

Hay que destacar también que en la 2016-17, tras surgir la Asociación de Clubes, todas las jugadoras de Primera pasaron a estar dadas de alta en la Seguridad Social, un desarrollo profesional al que le acompañó la mejora en la preparación física e instalaciones. Cada vez son menos los casos de jugadoras que deben compaginar su carrera de futbolista con otra profesión. El objetivo del profesionalismo en esta categoría está cada vez más cerca. Este es el camino a un fútbol femenino de élite...