Mourinho se acostumbra a la derrota en el Tottenham
En las últimas tres semanas los spurs han caído en FA Cup, Champions y están a siete puntos del cuarto en liga. Tienen muy complicado jugar la Champions 2020-21.
Atrás parecen quedar las noches de éxitos, los trofeos alzados al cielo y, por qué no decirlo, el título de The Special One. A José Mourinho se le está poniendo, cada vez más, cara de entrenador de paso, de recurso más que de ilusión y de recuerdo más que de resultados. El portugués, que tras su eliminación el martes en Champions League vuelve a quedarse fuera de Europa en unos octavos por cuarta vez en sus últimos cinco intentos, sumó, por primera vez en sus 20 años como entrenador de primer nivel, seis partidos consecutivos sin conocer la victoria. Mou, con todo lo que representa, parece haber perdido el gen ganador.
Cierto es que asumir el banquillo del Tottenham tal y como lo dejó Mauricio Pochettino, que cosechó la temporada anterior el mejor resultado en Europa de la historia de la institución y a la vez dejó un vestuario hecho pedazos, era todo un reto. Cuatro meses y 26 partidos más tarde, al de Setúbal se le puede reconocer su valentía, pero no así sus números.
Apenas 11 victorias, 10 derrotas y 5 empates conforman un pobre bagaje para alguien acostumbrado a competir por todas las competiciones en las que participaba. A día de hoy, no es sólo que los spurs no puedan luchar por ninguna, sino que tienen complicado incluso jugar en Europa el año que viene. Y no sólo hablamos de la Champions League.
Los londinenses tienen la cuarta posición que defiende el Chelsea a siete puntos, sí, pero no sólo eso; por delante tienen al Sheffield y al Wolves, que luchan por dar la sorpresa, y sobre todo al revitalizado Manchester United de Bruno Fernandes, que no parece que vaya a cejar en su persecución al conjunto de Lampard. En estos momentos, tanto blues como red devils se encuentran en un momento mucho mejor que el que atraviesan los jugadores de Mou.
Tras encadenar un mes sin conocer la derrota, el Leipzig de Nagelsmann inauguró en el Nuevo White Hart Lane una crisis que puede haber tirado por tierra la temporada de los spurs en apenas tres semanas. Primero, cayendo contra el Chelsea en Stamford Bridge, después nuevamente contra el Wolves, y apenas unos días más tarde siendo eliminados de la FA Cup en los penaltis por el Norwich. El fin de semana pasado, se repusieron ligeramente empatando con el Burnley, pero los germanos, que practican un fútbol fresco y muy ofensivo, les pasaron por encima en la vuelta de los octavos de final de la Champions.
A pesar de que las lesiones de Harry Kane, que todavía puede participar antes del final del curso, y Heung-min Son han sido traumáticas para el Tottenham, sobre todo por la pésima planificación deportiva, en Inglaterra se esperaba mucho más de un José Mourinho que es leyenda de la Premier League.