El viaje de una pionera de la nutrición
Silvia Tremoleda (1974) es más que la nutricionista del City y una de las más respetadas del mundo. Es innovadora e inconformista.
Cuando yo empecé, lo único que se conocía era el Isostar y los jugadores bebían Gatorade". El viaje de Silvia Tremoleda (1974) es, en sí mismo, el de la nutrición en el deporte profesional. "Sí, me considero una pionera", confiesa. Y puede decirse que no hay nada presuntuoso en la afirmación. Actual coordinadora de nutrición de los jugadores del Manchester City, trabajó con el Barça de Rijkaard y, a nivel individual, con el mismísimo Messi. Pero por su consulta en Barcelona pasan tenistas, triatletas, nadadores, jinetes, esquiadores y chicas de la sincronizada. "Una de las cosas más bonitas es trabajar con la gente joven. Te llegan a través de los padres. Este año, olímpico, tienen más presión. Ves que te escriben más...".
Pero estábamos en el viaje de Silvia Tremoleda por la nutrición. Le interesó bien pronto. "De pequeña era tenista. No sabía nada de alimentación, me comía un croissant o lo que pillase. Pero tengo una alergia inducida al deporte que me hizo que me fuese interesando por lo que comía. Así que empecé mis estudios en la Universidad de Barcelona. Luego empecé a viajar por el mundo para leer sobre nutrición". Silvia Tremoleda aprovechó los periodos de vacaciones para buscar en Nueva York una bibliografía de nivel que le ayudase a elevar sus conocimientos. Estados Unidos, Sudáfrica o Australia, donde el deporte es una religión, son algunos de los países de referencia.
"Dicen que la nutrición puede influir el 70 o el 80 por ciento del rendimiento de un deportista", explica Silvia Tremoleda. La nutrición entró en la vida de los clubes y de los jugadores profesionales, que entendieron que no pueden dar el máximo rendimiento y que pueden caer en el pozo de las lesiones si no se asesoran lo suficiente. "Cuanto mejor sea la gasolina con la que trabajas, mejor rindes. Luego tienes que diferenciar entre un futbolista, que tiene un esfuerzo de hora y pico, con el de un triatleta, que tiene un desgaste energético mayor y debe alimentarse mucho de bebidas recovery. O los tenistas, que entrenan seis u ocho horas con un componente muscular alto y además van de viaje en viaje". La nutrición, como la sociedad, se vuelve cada día más individualizada. Pero hay productos prohibidos. "Recomendamos no tocar los procesados, los rebozados, la bollería, las galletas. No se puede comer así. Para el resto de cosas, variamos mucho porque, como ciencia, la nutrición está avanzando mucho. Por poner un ejemplo. Antes se decía que el huevo era malo. Ahora está en las dietas. Ahora investigamos en tema de flora intestinal...".
Lo de Silvia Tremoleda es pasión. "El otro día recordaba con mi madre cuando iba al supermercado y me gustaba escrutar los alimentos para saber qué podía ser bueno y qué no". Desde ahí, hasta hoy. Y con una gran ventaja. En cierto sentido, Silvia Tremoleda no ha tenido que chocar con el techo de cristal que ha atenazado a las mujeres con talento. "Trabajar por mi cuenta, no tener jefe, ayuda. Yo nunca me he sentido inferior. Y en mi trabajo, en el City por ejemplo, viajo con 50 chicos entre staff, jugadores. Nunca me han hecho sentir distinta, es una relación normal. Como es lógico, me gustaría que hubiera más mujeres en altos cargos en la esfera de la medicina. Yo he podido trabajar a mi manera y soy feliz".