Iker Muniain: "Es una oportunidad única para el Athletic"
El capitán rojiblanco sueña con levantar la Copa en La Cartuja, pero remarca que primero hay que rematar la faena ante el Granada el próximo jueves.
El capitán del Athletic toma la palabra. Se emociona cada vez que recuerda a Gurpegui levantando la Supercopa en 2015 y fantasea con la posibilidad de elevar al cielo de Sevilla la Copa. Pero va paso a paso: primero toca rematar la faena ante el Granada
Fuera Barça, Madrid, Atlético y hasta el vigente campeón Valencia... ¿Esta Copa es una oportunidad histórica?
Sin duda, es una oportunidad única para el Athletic. Respetando a todos los rivales que hay. Mismamente el del Granada es un partido muy complicado, vamos a tener que sufrir en muchos momentos, pero queremos estar en la final. El Mirandés ya se ha cargado a varios Primeras y la Real está haciendo muy buena temporada. Son rivales muy peligrosos pero para los cuatro que estamos es muy asequible.
El Athletic cada vez tiene más complicado ganar títulos. ¿Este es el más accesible?
Puede ser. En las finales que hemos jugado nos vimos con un Barça indestructible, con esa manera de arrollar a los rivales. Se percibe en la gente ese entusiasmo por esa bonita Copa a un partido, que abre más las opciones. Queda un rival muy duro y si todo sale bien, soñaremos.
¿Su gol de la ida puede ser definitivo?
Ojalá lo sea, significará que hemos ganado la eliminatoria. Vamos a salir a hacerles daño. Si podemos meterles gol, mejor, se nos abriría una puerta muy grande. Intentaremos contrarrestar todo lo que se nos venga encima.
Tiene tatuada la Supercopa de 2015 en una pierda. ¿Ha reservado sitio para la Copa?
Siempre hay espacio (risas).
La imagen de Gurpegui levantando aquel trofeo en el Camp Nou le dará envidia...
¡Por supuesto! Repetirlo es lo que todo jugador sueña. Y más nosotros, en nuestro club tan privilegiado por su filosofía y su historia, por conseguir ese tipo de hazañas que dan más valor a todo. Ojalá los sueños se cumplan.
¿Está en el mejor momento de la temporada y uno de los mejores de su carrera? Se medio enfadó cuando le decíamos que no encontraba su sitio al jugar en banda y se ha visto que por medio resaltan más sus virtudes...
Si te soy sincero, sí, me encuentro muy a gusto. Estoy atravesando un buen momento, estoy disfrutando con mi juego, intentando aportar lo máximo al equipo. Durante muchos años he jugado en la banda, donde también he intentado generar situaciones para el equipo, pero es evidente que por el centro puedo crear muchas más cosas, generar más peligro, estoy más cerca del área y eso conlleva poder hacer más goles.
La creatividad depende casi en exclusiva de usted y de Unai López.
Tenemos características de ese tipo, de buen trato de balón de intentar generar juego. Pero un equipo necesita de todo. Para eso está el técnico, para buscar el equilibrio y explotar las virtudes de cada uno.
Debutó con 16 años, el más joven en hacerlo con el Athletic… y todo lo que ha venido después. ¡Da vértigo!
Echo la vista atrás, todo el recorrido, y ha pasado todo muy rápido. Parece que fue ayer cuando era ese chico de 16 años que empezó en el Athletic, un chico muy descarado en mi juego, lo sigo manteniendo y en este camino uno va cogiendo las experiencias de todo tipo que van engrandeciendo a cada jugador….
…hasta coger las riendas de la capitanía. ¿Eso le carga de responsabilidad?
¡Claro! Ser capitán de un equipo, y más de este, es una responsabilidad enorme, no sólo dentro del campo sino también fuera. Hay que mantener una imagen. He tenido la suerte de contar con grandes capitanes este tiempo, que te van enseñando muchos valores, cosas que hoy en día pongo en práctica, a la hora de manejar un vestuario, y estoy intentando hacerlo de la mejor manera posible.
Debutó con el número 27, como Yeray en su día y Vencedor recientemente. Les pediría que mantengan ese dorsal en todo lo alto…
El día que debutó Vencedor le pregunté por el número y me dijo que el 27. Le comenté que es el que llevé yo. Se alegró. Es especial.
Pero pese a estar en primera línea, no olvida sus orígenes. Cuando se enfrentó al Sestao River en Copa, tuvo muchos gestos de complicidad con Coscolín, su amigo y excompañero en las categorías inferiores de La Txantrea.
En un deporte donde todo parece tan desorbitado y estamos cansados de hablar de estrellas, jugar ese tipo de partidos, en Sestao, en un pueblo humilde, siempre te devuelve a lo que has sido de joven. Encontrarme a mi mejor amigo, Pablo… la vida nos puso ese partido para reunirnos. Fue muy especial.
Llegó a Lezama con 12 años y era bastante 'cabra loca'. Ahora es padre de familia, con dos hijos. ¿No se ha convertido en un tipo demasiado serio?
Cada momento tiene sus circunstancias. Ser padre y formar una familia me ha ayudado para muchas cosas. Para estar muy centrado en mi gente y el fútbol, que es lo que sostiene todo y nos da de comer. Gracias a Dios a mis hijos no les falta de nada. Te genera una responsabilidad alta. Me ha venido bien para lo deportivo.
¿Las lesiones le han hecho ser alguien más resistente?
Sí. Hasta que no has caído en ellas siempre piensas que son lo peor. De las lesiones he aprendido mucho, me han ayudado a levantarme, te hacen fuerte, tu piel se hace dura. Cuando te vienen mal dadas te hace reivindicarte, plantar cara a todas esas situaciones y salir fortalecido.
Lo de no ponerse cláusula era un mensaje a futuro.
Lo hacía porque era algo que sentía y por mandar un mensaje a los chavales que vienen, los que sienten el club y los aficionados que con alguna salida se sintieron traicionados. El aficionado siente al jugador como un familiar y le duelen ese tipo de salidas. El mensaje que quería transmitir es que sigue habiendo ese romanticismo que la gente quiere y ojalá sirva de ejemplo para las nuevas generaciones.
¿La Selección es una espina?
Es un gran reto y un objetivo, por lo que lucho y trabajo todos los días en mi club, que es el trampolín para que Luis Enrique se fije en mí. He tenido la suerte de estar muchos años en la Sub-21, de vivir una bonita etapa, jugando con grandísimos jugadores. Fuimos dos veces campeones de Europa.
A su 'hermano' Williams le exigen mucho. Que marque más.
Lo he vivido a lo largo de mi carrera. Al nueve siempre se han exigido goles, como a Llorente. En otros equipos es igual. El que es buen delantero, el que está ahí y tiene ocasiones, siempre termina metiendo goles e Iñaki lo está demostrando. Tiene buenos números y cada vez va a más. Va a seguir creciendo. Genera muchas ocasiones de peligro y cada vez está más acertado de cara a puerta. Va a seguir progresando, estoy seguro.
Se va Aduriz… no estaría mal despedirle con un título.
Todos sabemos lo que significa para el club. Ha sido un goleador impecable en todo este tiempo. Ha dado muchísimo al club, no solo por los goles; solo por tenerlo en el campo impone muchísimo respeto a los rivales. Su trayectoria es envidiable. Es muy difícil ver hoy en día a un jugador seguir con su edad y mantener tanta ilusión. Trataremos de suplirle de la mejor forma, como hablábamos ahora de Williams; estoy convencido de que llegara a los números de Aritz. Seguirá siendo un icono del que todos tenemos aprender y deja un legado imborrable.